28 julio 2009

Reflexiones sobre la soledad de los prematuros.

Como la mayoría de personas de este país, he sentido con gran tristeza la efímera vida del pequeño Ryan.

Una historia que como muchos españoles, quedará grabada tristemente en mi memoria.

Desde que aquel cúmulo de desgracias ocurrieran, me he cuestionado aún más, la obligación que tenemos los padres de separarnos de nuestros bebés ante determinadas circunstancias.

Exactamente me refiero al momento en el que por nacer con demasiada antelación o llegar con alguna complicación, los padres obligatoriamente dejan en manos de los médicos y enfermeras el cuidado de sus recién nacidos, quedando relegados a ser simples visitas de sus propios hijos, sin ejercer el papel de padres como tal, cuando muchas veces sería posible el ejercerlo.

Yo no sé si todas estas fantasías que navegan por mi mente estos días son factibles, o por lo menos hasta que punto, pero me gustaría dejarlo aquí presente.

No es mi intención crear polémica sobre errores médicos, como es el caso que ha ocupado las portadas de los diarios las últimas semanas.

Simplemente me gustaría mostrar mi visión sobre el hecho de que un bebé, haya fallecido solo, muy solo en una incubadora. Alejado de su papá, de sus abuelas... que tanto hubieran necesitado la medicina del alma que hubiera resultado Ryan para ellos.

Hace muchos años que oigo hablar del método canguro (mantener al bebé piel con piel con su mami o en su defecto papi o familiar) en prematuros, de todos sus beneficios: ayuda al bebé a mantener la temperatura corporal, regular su ritmo cardíaco y respiratorio, aumentar su peso, dormir bien, estar tranquilo y sin llorar. Incluso hace días que se habla de los beneficios que supone que el padre lo practique mientras la madre se recupera de una cesárea o en cualquier nacimiento de bebés de forma natural, ya que los brazos y piel humanos son la mejor cuna de los bebés.

Se habla del personal que hay en las UCIS neonatales, de sus habilidades para tratar a nuestros hijos. De alimentarlos, de cuidarlos y proporcionales todos los cuidados básicos de salud que necesiten.

Y yo que estoy a favor de todos los avances médicos en relación a la calidad de vida de cualquier bebé apoyo al cien por cien que se luche por cualquier pequeño. Para mi no puede ser de otra forma.

Pero como madre, no puedo hacer más que una reflexión de porqué aquel bebé murió tan solo. Quizás si se hubiera permitido que en aquel momento su abuela o su padre quien en aquellas horas lloraban la muerte de su mamá, la mamá de Ryan, fuera quien estuviera apoyando a aquella enfermera, supervisando como alimentaban a aquel bebe, podría haber resultado tan útil.

Creo que el que un bebé tenga a aquellos que más le quieren a su lado las 24 horas del día, puede superar con creces el riesgo a ¿cualquier infección? ¿a que interrumpan la labor de las enfermeras o pediatras? ¿a qué?

¿De qué sirve un método canguro si no se practica constantemente? ¿Si hay un bebé que llora a deshora? ¿sabrá que tiene que esperar hasta que sean las 12:00 horas para recibir la visita de sus familias? ¿Qué peligroso puede resultar que un bebé que acaba de salir del útero materno, pueda disfrutar de la compañía de sus padres todos los minutos del día?

Más sobre el método canguro:


2 comentarios:

Martha dijo...

Hola!!

Que triste y de verdad estoy totalmente de acuerdo contigo, es muy triste ver que pasen hoy en dia casos como este...

Me da impotencia, saber que esto pasa y que para los medicos es una simple estadistica más, pero para sus padres fue un hijo, una parte suya que se fue al cielo, que sus ultimas horas estuvo solo, y que aun así a los médicos no les importa que los nenes prematuros ó no, lo único que necesitan para sentirse mejor es el calor de sus padres...

Yo soy activista acá en Colombia de la Crianza en Brazos y de la Crianza Respetuosa, esperemos que en un futuro no muy lejano, los medicos entiendan que si existen formas y métodos menos dolorosos y mas respetuosos para los nenes y para las madres!!!

Te djo un cálido Saludos desde colombia!!

Miriam dijo...

Martha, lo primero devolverte ese cálido abrazo a través de la pantalla.

De corazón espero que el caso de este pequeño angelito sea un punto de inflexión en el tema de prematuros en el mundo.

En realidad, no habría nada más grande que el poder dejar que los padres acompañaran a sus hijos prematuros o no en cualquier proceso de su vida, incluído la estancia en el hospital cuando precisa de un cuidado médico.

Ojalá que un día próximo este pensamiento sea una realidad.

Martha, me alegra mucho saber que luchas activamente por algo tan bonito como es el tipo de crianza con apego que compartimos.

Un caluroso saludo desde España. Mi blog es tu casa.