17 septiembre 2009

MIMAR NO ES MALCRIAR



Esto es lo que Carlos González respondió a un artículo de el diario "El País" que dejaba mal parado el "colecho". Es de hace algún tiempo, pero seguro que volvería a contestar lo mismo si le preguntaran hoy, así que aquí lo dejo:


-El País acaba de publicaba el martes un artículo muy documentado sobre la inconveniencia de que los niños duerman en la misma cama que los padres.

-Lo sé. Está lleno de errores.


-Cuáles.


-Habla de los pediatras Ferber y Lozoff y puedo asegurarle que Ferber nunca ha estudiado el co-sleeping o colecho.


-¿Y Lozoff?


-Lozoff sí lo ha investigado y no está en absoluto en contra.


-Dicen que el colecho es norma cultural en algunas civilizaciones.


-En Japón por ejemplo. Lo vemos cada dia en la serie televisiva Shin Chan.


-¿Y duermen mejor los niños japoneses?


-Duermen cuatro veces mejor que los niños americanos de raza blanca.


-¿Cómo se soluciona un problema de sueño infantil?


-Es que el problema de sueño no existe. Si te lo metes en tu cama el niño dueme como un bendito. El problema sólo existe cuando los padres dicen que existe.


-Pero luego el niño sigue viniendo a la cama de los mayores.


-¿Y qué? ¿Por qué ha de ser eso un problema?


-Dicen que crea falta de autonomía en el niño.


-El 40% de los niños suecos duermen en la cama de sus padres y te aseguro que el 40% de los suecos adultos no sufren falta de autonomía personal. Pero si hasta dicen que condiciona la talla.


-¿Y no?
-¡Por el amor de Dios! Yo no creo que los suecos sean bajitos.


-La responsable del sueño del hospital Gregorio Marañón, Rosa Peraita, hace otra acusación más grave: «el colecho puede provocar abusos sexuales».


-Otra tontería.


-O sea que no.


-Es como si dijeran que las madres no bañen a sus hijos porque pueden abusar de ellos. Es absurdo.


-¿Sus hijos durmieron con usted?


-El mayor poquito pobre porque como éramos jóvenes e ignorantes lo pusimos a dormir por separado y, por supuesto, fue un desastre


-¿Tiene más?


-Con las dos pequeñas ya no caímos en la trampa, las pusimos en la cama desde el principio, durmieron la mar de bien y ahora duermen solas. Pero no me gusta hablar de mi caso personal.


-¿Hasta que edad deben dormir con los padres?


-Hasta que el niño acaba yéndose por sí solo o se deja convencer. Eso pasa a los 3 años, 4, 5…


-¿Le convences con nanas y cuentos?-


Pues sí, pero eso no dura más allá de los 7 años aproximadamente.


-¿El colecho dificulta las relaciones sexuales entre la pareja?


-No porque aunque nuestra cultura asocie mucho cama con sexo, esas dos cosas no tiene porque ir juntas. El sexo se puede practicar en otros lugares y a otras horas.


-O no.


-Pero es que colecho tampoco significa necesariamente que el niño esté dentro de la cama, sino también en una cunita al lado o en un colchón al suelo al pie de los padres.


-¿La norma es no dejarles llorar nunca?


-La idea es que los niños nunca lloran para fastidiar. Lloran porque sufren. Y tu, si puedes, debes aliviar ese sufrimiento.


-Parece lógico.


-Es como si tu llegas a casa y te encuentras a tu mujer llorando desconsoladamente. Será que le ha pasado algo gordo, ¿no? Intentarás consolarla.


-«Llorar ensancha los pulmones».


-Un tópico extendidísimo. Pero yo jamás he oído a ningún neumólogo recetar el llanto. A los fumadores les iría muy bien.


-«Este niño sabe arameo».


-Sí y latín. ¿Pero cómo va a fingir el llanto una criatura de seis meses, hombre?


-¿De dónde salen pues esos tópicos?


-Vivimos en una cultura que nos prohibe coger a los niños en brazos, dormirlos en brazos, meterlos en la cama, acariciarles demasiado, mecerlo, cantarles en la cuna. Nos prohibimos todo lo agradable.


-Para educarles.


-Pero es que mimar no es malcriar. Son conceptos totalmente distintos.


-O sea que si le da la pataleta histérica en el súper, hemos de comprarle los diez paquetes de donetes.


-Por supuesto que no. Hay que negarle ciertas cosas, pero se puede hacer con inteligencia, cariño y distrayendo su atención a otra cosa. Para eso somos mayores que él. A veces no lo parece.


Carlos González

7 comentarios:

Tita dijo...

Claro que mimar no es malcriar. Hace muchos años, muchísimos antes de tener a mi hija, leí un libro buenísimo que se llamaba No lo mimes, quiereló que aún utilizando esas palabras, el significado venía a ser el mismo.

Mi hija no duerme con nosotros, pero lo ha hecho cuando lo ha necesitado...por enfermedad, terror a la tormenta, a los cohetes etc

Tal vez sea poco para los partidarios el colecho, o mucho para sus detractores. Sigue yendo a mi cama cuando se despierta y su padre ya se fue a trabajar. Y sé que pronto lo echaré de menos, porque su tendencia es a volar...y no seguirá haciendolo mucho tiempo.

Un saludo

Miriam dijo...

Tita, tienes toda la razón, algún día volarán y tendremos muchos, muchos, muchos recuerdos para transportarnos a aquellos momentos dulces donde encontraban consuelo a nuestro lado, esas mañanas que papá se marchaba a trabajar.

Un Saludo y gracias por tu aportación.

espontanea dijo...

Qué gracia, incluso Carlos González se equivocó con su primer hijo. A mí me dijeron que el “duérmete niño” era buenísimo, y Ainara durmió en su cuarto desde el primer día que llegó a casa. Para cuando nació su hermana, dos años y medio más tarde, yo ya había leído mucho más, y sobre todo, había descubierto que hay todo tipo de expertos que defienden todo tipo de criterios para educar a los niños, especialmente a la hora de dormir. Y, sobre todo, descubrí, que mi opinión era muchísimo más importante que la de cualquier experto científico.
En cualquier caso, lo primero que hace falta para practicar el colecho es un colchón muy ancho. El de mi cuarto es de uno ochenta porque me iba mejor con la decoración del dormitorio, bendita decoración ¿cómo iba a saber yo que dormiríamos cuatro la mitad de la noches?

Miriam dijo...

Espon guapi ¿Un colchón de 1,80? si tendreis que hablar con walkies!!! je, je!

Yo con el mayor, no me terminaron de convencer y durmió en nuestro cuarto (que no en nuestra cama) hasta pasado los dos años, aunque desde que nació su hermana ha vuelto directo al colchón muchas veces!

Y a la peque la tengo con nosotros en la cama, porque yo lo valgo! je, je! aunque creo que vamos a poner la cuna en sidecar, para tener más sitio, que cuando el UNAI se viene !no cabemos en nuestro 1,35 mt.!

Lo siento... pero estoy mal acostumbrada... me gusta dormir acompañada!!! que le vamos a hacer!

El Mundo de Ariadna dijo...

bravo por el, como siempre!!!

♥Dianita♥ dijo...

Bravo, bravísimo!!
viva el colecho!! es lo mas lindo.. bueno, aparte de amamantar y llevar en brazos jejeje...
yo lo recomiendo ampliamente!!!
con mi primer hijo lo hicimos y no sabíamos que tenía un nombre.. simplemente solo así dormía mi hijo, punto jajaja. Y él decidió irse solo cuando quiso.
y con mi hijo menor... de plano desde que nació también... y él decidió irse a su camita, aunque aveces despierta y se pasa con nosotros.. y es lo mas rico con estos fríos que se vienen.. si vieras que se enferman mucho menos, y cuando se enferman, el colecho los recupera rápìdo!!
gracias miriam hermosa :)

Miriam dijo...

Gracias a ti por tus comentarios, aquí seguiremos intentando transmitir a todos los papás y mamás del mundo la idea de que sigan sus instintos.

Que no se dejen embaucar con libros para dormir y disfruten de la compañía de sus pequeños, que es todo un privilegio.

Un besito preciosa.