02 noviembre 2009

El mejor cumplido de mi vida



Ni las felicitaciones en la escuela por ser una alumna aplicada. Ni los comentarios a esa fantástica recuperación del estilismo post-parto.  Tampoco los reconocimientos (estos minoritarios) de algún jefe por el trabajo bien hecho.

 Creo que nunca antes me había sentido tan bien conmigo misma, reconocida y encantada de la vida como tras recibir un cumplido como lo hice hace unos días cuando una dependienta de un comercio de mi barrio me dijo tras comprobar asombrada como María a sus 14 mesecitos estaba mamando mientras una servidora realizaba la compra porteándola  en el mei-tai.

Nunca habíamos hablado, pero en aquellos minutos de intercambio de impresiones y tras ver como era capaz de cuidar de mi hijo mayor y mientras transportar a la peque haciendo la compra estuvimos charlando un ratito.

Le comenté las horas que pasábamos separadas todos los días y que me encantaba llevarla encima para después de ese dichoso tiempo poder recuperarlo juntas. También me dio tiempo a explicarle que tras el fracaso de mi primera lactancia  y parto por cesárea me había informado de como quería hacer las cosas esta vez y que gracias a ello había tenido un parto estupendo y una lactancia que me da mucha felicidad.

Entonces tras escucharme hablar me contestó: "Ojalá todas las mujeres hicieran todo lo que haces tú".

Y yo sentí que ningún cumplido, comentario voluntarioso o palabra bien intencionada nunca antes me había sonado tan a música celestial como aquella maravillosa frase.

Y le contesté con una gran sonrisa y un "gracias" que en realidad no eran merecedores de todo lo reconfortantes que me habían resultado sus palabras.

Porque después de ir llorando por las esquinas estos días por toda la incomprensión que tenemos que sorportar muchas mamis por querer llevar en brazos, amamantar y en definitiva AMAR a nuestros hijos, alguien había puesto un punto de esperanza e ilusión, de comprensión y admiración agradecida.

Solo me quedaría añadir que me quedé por contestar que las mamás que intentamos criar a nuestros hijos de esta forma tan sencillamente instintiva ya somos muchas, aunque por el bien de todos los niños espero que seamos muchísimas más.  Porque nunca seremos demasiadas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro mucho que hayas recibido un tan merecido cumplido!!y ojalá sean cada vez más las mujeres y hombres que lo vean de este modo,
un beso grande,
María

Miriam dijo...

Gracias María! nadie dijo que criar a un hijo fuera fácil. Es cierto que es lo mejor, lo más gratificante y grande que nos pueda ocurrir.
Pero no es fácil. Cuando alguien te dice después de tanto tiempo de conductas reprobativas que estás haciendo algo bien y te dicen que ojalá que las demás madres deberían de hacerlo igual sientes que todas las voces de las denominadas "locas de la teta" no caen en saco roto.

Gracias María. Un saludo.