29 junio 2010

Mi alternativa, mi medicina, mi vida, mi poesía



Disculpad que estos últimos días (quizás semanas) tenga el blog (bueno los blogs ;-)) algo abandonados, pero llegamos a finales de junio con la gasolina, justa, justa... para que os voy a hablar de conciliaciones y de buscar tiempo con los hijos, si de eso imagino que sabéis un rato.  Prefiero libraros de esa carga hoy, aquí en mi blog y compartir con vosotr@s un pequeño y sencillo poema que me apetecía escribir, no es ninguna obra de arte, pero como siempre está hecho con todo el cariño para el motor de donde saco las fuerzas cuando como hoy las mismas escasean. Feliz verano, conciliación y todo lo demás, aquí os la dejo.




"Dos luceros,

en sus ojos,

son estrellas.



Dos medias lunas blancas

en forma de sonrisa,

cuatro labios de fresa.



Veinte deditos

 me anclan a la vida,

estos días de apatía.



Sonrisas, ruidos celestiales

canciones nuevas

llamadas de alegría.



Gracias por darme

motivos para vivir

cada día.



Gracias por enseñarme

la cara buena

de la vida.



Si no fuera por vosotros

al final

también creería.



Que en el mundo no hay

más que maldad,

egoísmo y avarícia.



No hay dinero
ni tiempo,

ni consuelo.



Parecido a

estos dos ángeles
que han bajado del cielo.



Que me hacen ver

lo negro blanco,

y lo malo mucho más bueno.



Mi terapia.

Mi medicina.

Mi alternativa.

Mi vida:


 
Unai y María."

                         Miriam H. Bravo





23 junio 2010

Definición de mis hijos con las letras del abecedario

Amor
Bondad
Carícias
Devoción
Empatía
Felicidad
Gratitud
Humor
Inimitables
Juegos
Kilos (de amor)
Libertad
Maternidad
Nanas
Ombligo
Plenitud
Querer
Renacimiento
Sinceridad
Travesuras
Unión
Vida
We (Nosotros)
X(2)
Yo
Zapatos (mi horma)

18 junio 2010

Sacrificando el espíritu decorativo



Quizás os parezca una entrada un poquito frívola, acostumbrados a lo que parece siempre un blog en el que los sentimientos y las prioridades de mis hijos y de todos los niños son lo primero, lo segundo y lo tercero.

Pero tengo que confesar... que donde hoy hay una madre loca por sus hijos, un día hubo una joven loca por los muebles, la decoración, la organización y la limpieza.  Algo que desde que soy madre he tenido que ir aprendiendo a relegar a un milésimo plano.

Estos días lo comentaba con mis queridas ciberamigas de la red.  Cuántas de nosotras no hemos dejado la revista "El Mueble" aparcada durante unos años, aunque en su día fuera una especie de "biblia" decorativa.

Esto de tener niños me ha hecho aceptar y aprender a vivir de otra manera. En mi casa las paredes aparecen con rayas de lápiz y de rotuladores en cada esquina.  Los rozones son muy comunes también. El sofá aparece algo gastado y pisoteado aunque no cuenta más que un año de vida. Mis queridos libros de las estanterías han perdido algunas de sus tapas y aparecen desordenados por las estanterías. El suelo, por más que insistamos siempre tiene alguna mancha, igual que los vidrios del ventanal que porta las huellas de alguna ladrona de corazones. Podría poner 100 ejemplos...

¿A que sabéis de lo que hablo? aquella chica ordenada, impoluta y loca por la decoración se ha tenido que ir marchando, poco a poco. En su lugar tenemos a una mujer que acepta y tolera el desorden provocado por la vida que llega. Una mamá que ha optado por cambiar las alfombras de diseño por una de PVC con carreteras dibujadas. Que ha decidido que los adornos más importantes son los muñecos, los coches de juguete y los dibujos y fotos de sus pequeños.  Alguién que ha aprendido a contar hasta diez cuando una personita decide que las paredes de un solo color son demasiado tristes.

La verdad, es que ha costado un poco... pero gracias una vez más a mis pequeños, entiendo que es mucho más importante ser feliz, que tener una casa diez. 

Gracias hijos, por ser así, tener tanta vida dentro y hacerme mejor persona.

15 junio 2010

La penas con teta son menos penas


¡Bendita teta! Eso es lo que he pensado esta tarde cuando a mi niña le han puesto su última vacuna hasta los 4 años... y es que como dice el refranero popular adaptado "Las penas con teta, son menos pena".

Y que no me vengan con milongas, ¡sí, ya sé que casi tiene dos años! pero si eso es lo que quiero, que cumpla dos años con teta! y lo bien que nos va... mano de santo! ha llorado con el pinchazo, pero lo justo porque una vez más tenía a su mamá con la tetita, alimento, cariño y consuelo todo en uno.

Por eso quería venir y contar una vez más las maravillas de la teta... porque CON TETA LAS PENAS SON MENOS PENAS.

Ahí queda eso.

10 junio 2010

¿Cuánto vale tu parto deseado?



Como se suele decir vulgarmente... "Para mear y no echar gota". Sí, sé que suena un poquito brusco... pero es que no me sale definirlo de otra forma más fina, para que nos vamos a engañar.

En realidad cuando oí la noticia de que los dos mil quinientos que da el gobierno se acababan a partir del 31 de diciembre imaginé que a más de una le iba a dar un espasmo al tener Fecha probable de parto el 1 de enero.  Pero de ahí a empezar a oír por doquier que cientos de mujeres se apuntan a provocarse el parto hasta con 3 semanas de antelación... me parece muy fuerte.

Los niños tienen que nacer cuando les toca... y eso no hay fecha que lo pueda predecir con exactitud. Un embarazo puede tardar hasta 42 semanas desde la última falta y ser completamente natural, es algo orientativo y si los controles son buenos y nuestros bebitos están bien, mejor que en la pancita en ningún sitio.

Si volviera a nacer os aseguro que no hubiera dejado por nada del mundo que me medio-provocaran el parto de mi hijo... acabó en cesárea de urgencias... demasiado arriba y con pocas ganas de salir. Ni siquiera 2.500 euros hubieran justificado mi imprudencia de aceptar ver cuanto antes su carita, su vida no tiene precio y al final sufrió demasiado por no querer salir...

Tampoco el parto de mi hija, Parto vaginal después de cesárea tiene precio... ni 2.500 ni nada... nació cuando tenía que nacer... bueno, en realidad quería salir en la semana 32 pero con mucho reposo y el "Santo Adalat" llegamos a la 38. Desde aquel día en el que supe del milagro de la vida desde el primer segundo soy otra... ¿eso tiene precio?

Creedme un parto respetado, esperado, vivido con ilusión no vale 2.500, provocar un parto tiene sus riesgos... ¿merece la pena correrlos? ¿cuánto vale una vivencia existencial como nuestro propio parto y la salud de nuestros hijos y la propia?

07 junio 2010

Los hij@s no se quieren por su sexo...



Acabo de hablar con una amiga que me cuenta como ha decidido embarcarse en la aventura de embarazarse del tercer@ y que me ha explicado como su marido desea ser padre de una niña.

A esta amiga no puedo más que decirle que antes de dar el paso sea consciente de que si desea ser madre de otro bebé (tiene dos niños) adelante... pero que tiene que desearlo firmemente, profundamente y aceptando que lo que vendrá en camino será una personita maravillosa independientemente de su sexo.

Historias de madres que lloraban en la consulta de la ecografía de las 20 semanas porque les decían que era niño... la verdad ni lo entiendo, ni lo comparto.

Ser madre es mucho más que hacer trenzas y vestir muñecas. De eso que no quepa la menor duda.

Para mi es una ofensa hacia mi hijo cada vez que alguien hace este tipo de comentarios y no pude ser más feliz el día que venía de camino. Sus ojos, su boca, sus gestos... me recuerdan tanto a mí misma ¿se puede querer más a un ser humano? que cuando me han hecho el comentario "demasiado atrevido" a mi parecer de justificar mi alegría de sentirme completa con mi hija por el hecho de ser una niña, me han herido los sentimientos como madre orgullosa de mi hijo querido.

Decidí ser madre nuevamente por el hecho de volver a sentir la felicidad y plenitud que me mostró mi primer hijo, de hecho la llegada de mi hija me sorprendio en cuanto a su sexo... pero la felicidad que sentí y que vivo cada día no tiene nada que ver con ello. Ni siquiera se parece a elegir vestidos, algo que aunque no deja de ser divertido no es comparable en un solo ápice a lo que significa la maternidad.

Soy madre de dos seres humanos, diferentes, independientes, maravillosos y únicos. Si decido volver a ser madre, volverá a ser así.