29 abril 2010

Y a quien le importa...

 

Para todas vosotras mamás, aquellas que cada día tenéis que soportar los consejos que no solicitáis sobre donde tienen que dormir vuestros niños, cuando estáis encantadas de compartir la camita con ellos, porque no hay nada mejor.


Para vosotras mamis que tenéis que escuchar mil y una tonterías sobre las desgracias que sembráis por no quitar la teta a partir del añito de edad de vuestros pequeños.


Para vosotras valiente que nadáis en contra de todo lo "normalmente establecido" por esta sociedad tan moderna y progre que nos hemos montado en lo que a crianza se refiere.


Porque detrás de estas super-mujeres trabajadoras, estudiantes, intelectuales, amas de casa... hay una verdadera revolución.


Por eso hoy quiero dedicaros esta canción de ALASKA tan conocida por todos. Y a quien le importa????? pues eso.

25 abril 2010

Si volviera a ser mami... el embarazo





Quiero comenzar una serie de entradas  para aquellas mamis que como yo piensan que el ser humano no tiene porqué tropezar dos veces en la misma piedra... que la maternidad evoluciona y nos hace intentar hacer las cosas mejores, con mayor plenitud y calidad para nosotras.


Me gustaría compartir después de ser mamá dos veces las cosas que cambiaría o que  considero mejores para las mamis que se aventuran en esta maravillosa experiencia.


Por ejemplo hoy me gustaría hablar de lo que haría si estuviese embarazada, lo que cambiaría a día de hoy, en mi punto de evolución actual. Bueno, además incluiré cosas que sí hice y me gustaría también compartir a quien quiera leer. Allá va.


No obsesionarse con las visitas a la comadrona y al gine.  El embarazo no es una enfermedad, es un proceso natural y creo que si algo a día de hoy tomaría con muchísima más tranquilidad que en mi primer embarazo son las revisiones que "necesitaba" para tener todo muy, muy, muy controlado.


Si el embarazo va bien y nuestra salud es buena con los controles periódicos trimestrales con nuestro gine y el seguimiento de la comadrona debería bastar para que disfrutásemos tranquilitas de nuestras barrigotas.


Aunque entiendo de lo delicioso que es ver por la pantallita del ecógrafo a nuestros bebés :-) y que casi nos entren ganas de tener uno en casa.


Preparar las cositas con tiempo.


Es cierto que cuando estamos embarazadas muchas de nosotras nos llenamos de manías y dejamos hasta casi llegado el momento la mayoría de las tareas relacionadas con el bebé como preparar el ajuar, la habitación y otras cositas.


Pues yo me atrevo a recomendar que no lo dejéis para muy adelante... puesto que hay veces que los peques llegan con mucha prisa y además llega un momento en que lo mejor que podemos hacer es descansar, descansar y descansar.


Si volviera a ser mamá haría las cosas con tiempo y muy tranquila por si acaso.  


Preparar parto y lactancia con una mente abierta.


En mi primer parto cometí varios errores con antelación de los que puedo destacar el no informarme debidamente, dejar que medicalizaran mi parto al cien por cien con una provocación innecesária que terminó en cesárea bastante traumática y pensar que a mi no podría tocarme esta última intervención, por lo que me sentí muy defraudada de que las cosas fueran así.


En la lactancia me pasó parecido... mi fracaso fue estrepitoso.  Creo que nunca me lo perdonaré. Por eso os aconsejo webs como el parto es nuestro y Crianza Natural donde en materia de partos y lactancia saben muchísimo y me ayudó a cumplir mis sueños en lo que a parto y lactancia se refiere en mi segunda experiencia.


Sin duda si volviera a ser mami, volvería a investigar.


Pasear por la playa, el campo, relajarme.


Y leer los ratos que me queden libres, echo de menos leer libros completos ;-)


Disfrutar muchísimo de mamá en exclusiva, pareja...


Porque cuando llega un nuevo miembro a la familia las cosas cambian.  Creo que es una buena idea hacer una despedida de pareja a trío, de ser tres a cuatro... o a cinco ¿quién sabe? 


Las despedidas no tienen que ser tristes... en este caso es una despedida de un tipo de familia a otra y creo que si volviera a ser mami, haría algo así. ¿No os parece genial?


Dormir!


Dormir, dormir, dormir!!!! porque hasta a las mujeres que como yo aguantemos con poquitas horas el tirón cotidiano tengo que confesar que tantas veces fantaseo con tirarme horas y horas en la cama... porque cuando llega un nuevo bebé lo de dormir es casi que una peripecia en la gran mayoría de los casos y hasta bien entrados en los añitos están. Seguiremos fantaseando.


Hablar con otras mamis en foros.


Desde mi primer embarazo hay pocas cosas en el aprendizaje como mamá que me hayan aportado tanto como mis queridas amigas de los foros.


Comunidades de mamás llenas de amor por sus pequeños. Compartir embarazo con mujeres que están igual que tú es realmente un ejercicio de amistad, empatía y comprensión compartida.


Aprovecho para enviar un abrazo a todas mis amigas de toda España a las que incluso conozco y siempre tendré en mi corazón.


Gracias chicas sois geniales.


Preparanos para ser más felices y dichosos.


Porque nuestra vida cambiará para siempre y quien diga que la vida no cambia después de ser padres se equivoca. La vida cambia, tenemos más preocupaciones... pero también mucho más amor multiplicado por mil.





18 abril 2010

A mis dos hijos, mis estrellas

Pensaba que vivía, creía que aquello que realizaba todos los días era vida. El trabajo, el amor a los míos, la juerga... siempre buscando sentirme bien a través de mí misma.


Y sí, aquello estaba bien. Era feliz, o al menos lo creía ser. Pero llegó el día en que las mañanas de los domingos me sentía demasiado sola, mirando unos dibujos animados en la tele, mientras vuestro papá dormía e imaginaba como podía ser levantarme por las mañanas compartiendo sofá y colacao.


Soñaba sobre como sería tener una vida que llevara impresa las huellas del amor de aquellos dos locos que tanto se querían.


Y después de confirmar por desgracias de la vida que solo se vive una vez, decidí que ni siquiera la hipoteca se iba a interponer entre mi felicidad y yo.


Y hablé con vuestro papá y le expliqué de mi instinto materno como algo inevitable. Y él en lugar de asustarse y pedir tiempo también creyó necesario sumar dos y ser tres.


Y no se habló más que para anunciar que venías de camino y solo quedaron lágrimas de total alegría. Como se puede amar tanto a algo tan y tan microscópico. Aunque tú seguro que sintieras que te amábamos mucho antes de ser una mota de polvo.


Entonces dejé de ser yo para ser tú. Entonces comprendí lo que era ser madre.


Tras nueve meses llegaste de una forma distinta a la que había soñado, pero el tiempo puso todo en su lugar. No podía ser de otra forma, gracias a mi instinto conseguí que la intensidad de mi amor se impusiera a tanta norma. Aunque tantas veces me tacharan de irresponsable y de loca.


De aquellos primeros días de tu llegada a este mundo, solamente tengo dentro de mí un sentimiento único e irrepetible, mágico y desigual. Es algo que sale de dentro hacia fuera por todos los poros de la piel y se irradia en nuestra imagen y semejanza.


Recuerdo aquel maravilloso tiempo esperando los amaneceres para volver a disfrutar de tus sonrisas. Teniéndote aquellas noches escuchando espectante tu respiración para comprobar que se realizaba de la forma más correcta. Siempre cerca de mí para no desperdiciar ni un minuto de nuestro tiempo.


Fue tan hermosa la experiencia a tu lado que soñaba con repetir aquellos divinos instantes, así que no dudamos de al tiempo llamar a otra vida con la que seguir viviendo, que no creyendo que lo hacíamos.


Y no se podía pedir más, el día que nos confirmaron que la vida tenía nombre de princesa, no pudimos ser más felices, esperando su llegada. Y tu bondad te hizo quererla desde entonces.


Un amor multiplicado por mil durante una agridulce espera, que culminó e un aterrizaje al planeta tierra una vez más algo accidentado, pero borrando algunas heridas del pasado que nunca debieron estar para ninguna mujer.


Convirtiendo mi vida en un sueño, trayendo alegría, felicidad, dicha y una embriaguez de sol, luz, esplendor y capacidad de amar.


Desde entonces me pellizco tantas veces para mostrame que no vivo dormida, que os tengo de veras, porque no me creo que se pueda ser más y más feliz.


Ahora si que vivo. Las nubes son más azules, la primavera tiene muchas más flores, al invierno le veo lo bueno si a vosotros os gusta jugar con la nieve a pesar del frío.


Aunque también es cierto, que aún cerrando los ojos tantas veces, lo malo del mundo duele mucho más. Me hubiera gustado un planeta mejor para mis dos estrellas y tenéis que conformaros con lo que destruyen los hombres.


Quizás por ello intento poner mi granito de arena todos los días, hablando para los niños, rezando por ellos, buscando soluciones para padres despistados, enseñando herramientas que yo también hallé por el camino.


Mis dos luces del horizonte, mis dos almas por la que velo día y noche. Que la bondad reine en vuestro corazones todos los días de vuestra vida, eso os hará ser felices. Espero saber sembrar, regar y cuidar esa semilla en vosotros para que así sea.


Mientras deciros, gracias por existir, mis dos estrellas, porque nunca podré pagar con nada todo lo que me hacéis sentir, mis dos soles, mis dos trozos de gloria.


Gracias por dejarme ser vuestra madre, porque el día que me vaya no podré haber vivido más y más llena de vida, amor y una plenitud de ser madre que enciende cualquier rincón oscuro de mi propia vida, que no es otra que vosotros dos, lindas estrellas.


13 abril 2010

¿Ser padres es egoísta?



Es una pregunta que me hago muchas veces y de lo que incluso me he sentido culpable. 


El otro día leí a una amiga bloguera, Tita que nos comentaba su sentimiento agridulce a dar a luz a su hija un 14 de Marzo de 2.004 (después del atentado del 11 M).


En un comentario, le expuse el sentimiento de miedo, fustración, impotencia... que sentí yo también ese día cuando mi hijo cumplía 3 meses. ¿A qué clase de mundo lo había traído? ¿Qué clase de personas vivían en él?


Eso sin contar las veces que me he sentido tan y tan egoísta al ver a tantos niños que necesitarían un hogar, cariño, amor, dedicación...


El mundo lleno de niños a los que ayudar... y yo trayendo los míos propios. Cuantas veces lo he pensado.


Para que luego encima no les cuidemos como se merecen. Que si han venido a este mundo al que no pidieron venir, por lo menos puedan tener una estancia en la que sientan que están aquí para sentirse queridos por aquellos que los llamamos.

Quizás este sentimiento sobre el egoísmo que alberga la hazaña de la maternidad me transporte a querer hacer la vida mucho más llevadera a mis pequeños. Sobretodo ahora, que son unos niños y yo soy la responsable de un buen pedazo del sentido de su vida.

11 abril 2010

¿Cuántos hijos debemos tener?



La eterna pregunta ¿no creéis? y me gustaría compartir mi visión como siempre desde este pedacito del mundo que me he apropiado en forma de blog.

Yo como sabéis tengo dos peques: un maravilloso niño y una peque. Según muchos la perfección en lo que ha hijos se refiere, pero siento discrepar que en tema de número y de niños no hay perfección que se valga.

Así que si estáis buscando una respuesta concreta a la pregunta que planteo en el título del post, mejor que no sigáis leyendo. Pero si lo que queréis es una explicación sobre porqué digo esto adelante...

Cada niño es distinto y especial al igual que cada madre y las necesidades y deseos de cada uno de ellos dos van variando a partir del desarrollo continuo que experimenta el ser humano.

Por un lado están los deseos de los padres, las ganas y fuerzas que tengamos de afrontar la paternidad y maternidad como se merece. No basta con ir a trabajar y traer dinero y muchos regalos, ropa de marca y clases extraescolares y campamentos de verano a os niños. Los niños necesitan mucho tiempo, paciencia, dedicación y amor. Y aunque habrá veces que este amor lo podamos dar conjuntamente a todos nuestros hijos otras veces nuestros pequeños necesitarán momentos individuales para cada uno para sentirse bien atendidos.

A veces nos pensamos que cuanto más grandes los niños menos nos necesitan... y esto no creo que sea cierto. Quizás no necesitan que les protejamos igual con el tema de los accidentes domésticos (que tan locos nos trae a los que tenemos bebés). Pero aunque sean más mayorcitos, nos necesitan igual de intensamente o más, en otros temas que verdaderamente se van complicando.

Nuestros hijos nos tienen como referencia, como un libro abierto de la vida al que pueden consultar y como bálsamo protector cuando tantas veces sienten que la vida es tan rara en algunos aspectos que a sus ojos de niño se les escapa de las manos. Aunque en realidad los raros quizás seamos los adultos, que complicamos tantas veces lo más sencillo. Pero esto mejor lo dejamos para otro post.

A lo que iba, que el número ideal de hijos puede ir de 0 para aquellos que no crean que esto de las paternidades y maternidades vaya con ellos, en adelante. Porque hay personas que tienen todo el derecho del mundo a no ser padres, sin que se les recrimine. Faltaría más. Es cierto que ser madre para mí es lo mejor que me ha pasado en la vida, pero también es cierto que ser padre o madre para una persona que no lo desea puede resultar algo que le marque para siempre... y lo peor que tras ese padre o madre haya un niño infeliz, y eso no se puede consentir.

Que tenemos que contar que cada niño es diferente y tiene unas necesidades y una vez están en este mundo no es algo que podamos cambiar y se merece ser atedido en las mejores condiciones.

Que los niños recordemos que vienen porque nosotros los llamamos.... que porque la mayoría de personas tengan dos hijos no quiere decir que todos tengamos que tener dos hijos si no estamos preparados para atenderlos como se merecen. Cuando hablo de como se merecen me refiero a físicamente, pero sobretodo emocionalmente, algo que muchos de nosotros descuidamos o intentamos atajar justifcando este atajo como por su bien, según nos cuentan en los medios.

Si ya tenemos dos hijos y seguimos teniendo ansia de ser padres, creemos que nuestros hijos están bien atendidos y demás. Entonces tampoco deberíamos dejarnos influenciar por las etiquetas y seguir nuestro instinto hasta donde nos lleve. Quizás lo de tener una familia numerosa sea lo mejor para nuestra vida y nos llene de felicidad, entonces a por ello.

La vida solamente se vive una vez y es muy triste cuando uno sabe que podría haber sido más feliz y la cosa se quedó en el camino por falta de valentía ¿no creéis? yo de momento me quedo con dos. No sé que me deparará el destino algún día, pero con mis dos hijos tengo de momento mis ansias de ser madre cubiertas ya que veo que tengo mucho trabajo para intentar cada dia mejorar como mamá para ellos y poder enseñarles todo lo que me gustaría. Quizás esta circunstancia cambie algún día (aunque con lo agotada que estoy...) y entonces los que están conformes con mi ideal parejita pensarán que estoy loca por volver a empezar... ¿volver a empezar en la felicidad de ser madre? ¿donde se firma?

Os dejo con una preciosa canción que habla sobre que ser padres no se limita a muchas cosas de las que hoy damos por hecho que es serlo... es de Franco de Vita con el título de No basta. A disfrutar de este maravilloso domingo!

08 abril 2010

Los jueves y el cansancio de las madres

¿Se puede estar más cansada? seguro que a estas horas del jueves ya os quedan las mismas pocas pilas para terminar la semana que a mi. Y es que el trabajar mucho, ejercer de mami a pleno rendimiento y el dormir poco nos van pasando factura toda la semana y cuando llega el jueves, uno está para el arrastre.

Y es que no sé como podemos llegar a todo... parece un tópico, bueno en realidad lo es. Eso de hablar de super mujeres que trabajan y son mamás y hacen de todo un poco. La liberalización de la mujer lo llaman, pero en realidad no se trata más que de currar mucho y dormir poco. Yo con la única parte que me quedo es con la de ser mujer y mami, que las demás se hacen más bien por obligación que por otra cosa, aunque como está el tema dando gracias vamos.

Y así llegamos a los jueves, que no vale una ni para acompañar al costillo a ver "El Aguila Roja" porque ahora que acabo de dormir a los peques en nuestra cama mejor que casi no me levanto. Para que luego me pregunten como soy capaz de llevar la casa, el trabajo, el inglés, los niños y al marido por delante... pues conciliando, claro está.

Feliz Jueves noche y a descansar mamis!

05 abril 2010

Los malos modos de las alergias y deshidratación infantil. El instinto de las madres


El día que me llamaron de la guardería de María para decirme que tenía una gastroenteritis muy fuerte y la tuve en mis brazos, algo me dijo que aquello no era una gastronteritis normal.

He visto a mi hijo mayor deshidratado una vez tras una "gripe intestinal". Recuerdo que había acudido de lunes a jueves cuatro veces al ambulatorio con el niño muy afectado por unas diarreas, pero el médico no le daba importancia. El domingo siguiente mi hijo apenas podía moverse, estaba decaído y en mi interior algo me decía que a pesar que llevábamos toda la semana de médico en médico tenía que llevarlo a urgencias. Recuerdo que cuando le dije a mi marido que me lo llevaba al hospital me miró con cara de que estaba ante una madre obsesionada... incluso me hizo algún comentario que no me hizo desistir. 

En el hospital me confirmaron mis sospechas tras una analítica de mi pequeño. Tenía una hipoglucemia y estaba deshidratado. Mi instinto no me había engañado, no era una mamá obsesionada, ni mucho menos.

Cuando los niños tienen vómitos y diarreas no podemos bajar la guardia aunque no se trate de algo agudo. Debemos intentar que estén hidratados e ingieran mucho líquido para que no lleguen a deshidratarse.

Volviendo a la pequeña María decir que antes de marchar de la guardería para ir al médico la cuidadora me explicó que habían comido pescado, pero que había bastante gastronteritis en la escuela.

Tras acudir a su pediatra de cabecera, terminamos en el hospital. Los vómitos y diarreas tenían a mi pequeña en un estado lamentable. No podía moverse, sus ojos no fijaban la mirada y yo no podía estar más preocupada.

En el hospital nos confirmaron que la niña estaba deshidratada y tras rehidratarla y dar una medicación para cortar los vómitos nos mandaron a casa con el diagnóstico de una gastroenteritis aguda.

Nada más lejos de la realidad, a la semana siguiente y tras volver a ingerir pescado, terminamos igual... pero esta vez nos dimos cuenta de lo que estaba ocurriendo y avisamos en el hospital, aunque ellos no estaban igual de convencidos que nosotros de que fuera verdaderamente una intolerancia.

Pero no había duda. La pequeña nunca había querido en casa probar el pescado. Recuerdo que cuando le había intentado dar lo había rechazado por sistema, incluso vomitando. Es un mecanismo que tiene su cuerpo para defenderse, el rechazarlo.

Por desgracia y tras un error muy lamentable en la guardería ha habido una tercera visita al hospital con este tipo de reacción alérgica de nuestra pequeña. Así que no hay la menor duda: María no tolera el pescado en su cuerpo.

Como madre sabía que había algo que no encajaba desde que nuestra pequeña nació, sus llantos desconsolados con aquellos cólicos que no la dejaban vivir, las diarreas durante semanas, su aversión a determinados alimentos, su piel atópica y sus manchitas...

Seguiré hablando de todo esto, de las alergias porque ya tenemos visita con inmunología y allí nos orientarán y del instinto de las madres, porque de ahí se puede sacar mucho. Las madres somos menos locas obsesionadas de lo que parecemos... ¿no creéis?