30 marzo 2010

No estáis solas



No estáis solas mamás, en los días que comida o cena se realizan en el mármol de la cocina porque no ha habido tiempo para más.

No estáis solas mamás. Nuestro pediatra de la Seguridad Social, también nos llama por el nombre y no es porque tenga una memoria prodigiosa, si no que las visitas a su consulta son constantes a causa de unos virus que no dan tregua.

No estáis solas, yo también cuando me siento en el sofá digo "hoy no me duermo" porque me apetece ver la tele un rato, pero no paso del tercer anuncio.

No estáis solas mamás cuando os falta tiempo para peinaros y no os importa repetir ropa cada temporada pero inténtais que vuestros pequeños vayan impolutos.

Ni cuando sentís que darse una ducha de cinco minutos es un verdadero lujo y no quiero ni contar lo que puede ser ir a la peluquería a cortarse las puntas.

No estáis solas cuando la gente no comprende vuestras lactancias prolongadas, porque los niños se crían igual de bien con biberón.

Ni tampoco estáis solas cuando os entran las dudas sobre si es positivo colechar o no porque vuestros hijos tienen  10 despertares a los 18 meses y eso no lo dicen en los programas de la tele.

No estáis solas mamis cuando le habéis declarado la guerra a las notícias para no ver el mundo que le estamos dejando a nuestros hijos.

Ni tampoco estáis solas cuando frases como "los niños molestan" o "prohibido entrar niños" se os clavan en el corazón.

No estáis solas cuando algún "listo" te dice eso de "tú sí que tienes tiempo, como trabajas media jornada".

Ni cuando tienes el cuerpo en el trabajo, pero la mente y el corazón se quedaron en casa con el peque algo pachucho y cuando se hace la hora de plegar corres a casa deseando de cuidarle y darle la medicina que solo las mamás sabemos dar.

No estáis solas cuando la gente no entiende que preferís salir en familia que a solas con vuestras parejas para relajaros.

No estáis solas cuando amáis a vuestros hijos sobre todas las cosas, y os duele si alguien les ignora o hace daño,  mucho más que a una misma y una mota de polvo que les caiga os atraviesa como si fuera una espina en el corazón.

27 marzo 2010

Puntualizando a Carlos...


Como sabéis soy firme seguidora del magnífico pediatra Carlos González, pero por una vez (y sin que sirva de precedente) me gustaría puntualizar algo sobre lo que habla habitualmente como es la mujer y el mundo laboral de lo que simplemente quería puntualizar y dar mi propio punto de vista.


El doctor Carlos González en una de sus últimas entrevistas hablaba de que trabajar no nos realiza.  Es cierto, trabajar limpiando o con un pico y una pala dudo mucho que nos realice a ninguno de nosotros. No es un trabajo absolutamente nada gratificante ni cobrando... y mucho menos en casa sin cobrar un euro por algo que normalmente no se nos reconoce a la mayoría de mujeres de nuestro país.


Trabajar en muchas ocasiones no realiza... pero siento discrepar, ya que hoy por hoy trabajar es la única vía que nos da dinero (eso o tener una herencia o que te toque la lotería) y por lo tanto no realiza pero quizás si dignifique a la mujer.


Siento recordar que miles de mujeres en nuestro país a diario sufren malos tratos y por desgracia estoy segura que muchas de ellas al tener hijos pequeños, aguantan en casa años esos golpes ya que no han planificado su vida más que para criar a unos hijos, que no olvidemos las necesitan sin duda... pero no de esta manera. Las necesitan felices y muchas veces son una parte del sostén económico familiar.


Siento admitir, aunque en el fondo me duela ya que este problema no debería ni existir, que el que una mujer sea independiente económicamente y deje una puerta abierta al trabajo aunque sea madre es una medida preventiva en caso de que necesite retomar las propias riendas de su vida ante un caso de violencia doméstica o ante el deterioro de las parejas por otros motivos ajenos a esta causa.


La independencia del ser humano hoy día, desgraciadamente para mí que valoro el dinero en su justa medida, va muy ligada a la independencia económica y cerrar las puertas durante años a un mercado laboral no es la solución a mi manera de ver las cosas. 


El problema está en la conciliación, como siempre. En las oportunidades que tenemos de integrar nuestros hijos en nuestro trabajo y en el resto de nuestra vida. La conciliación laboral no debería dedicar esfuerzos a crear guarderías cuando la realidad es que los hijos están mucho mejor con sus madres, las necesitan sin duda.


Lo ideal más tiempo de baja maternal,  mejores horarios, menos tiempo en el trabajo, más trabajo en casa. 


Pero por desgracia vivimos en una sociedad en la que los niños "molestan" y eso a aquellos a los que más amamos a los niños nos duele. 


Los niños molestan, los niños molestan para dormir, para ir de viaje, para leer en las bibliotecas, para relajarse... ¿cómo no van a molestar para trabajar?


Si cuidáramos más de esos niños, cuidando de sus madres que también quieren trabajar para cuidar mejor de ellas mismas, para cuidar mejor de sus hijos... cuántos adultos sanos y felices ganaríamos en el mundo.  Mientras haya quien prefiera evitar todo esto, creo que tendremos medio camino perdido.


Antes de terminar esta entrada, me gustaría dejar mi consejo a todas las madres que me leáis. Como personas que no sabemos donde estaremos mañana recomiendo encarecidamente que le deis el valor que tiene cada cosa. El trabajo en su lugar, lo justo para vivir, cada uno se eche sus cuentas. Los hijos nos necesitan ahora, no más tarde que hoy, con menos dinero se pasa pero no se pasa con menos cariño y afecto. Si queremos trabajar y querer como se merecen a nuestros hijos, se puede hacer, de eso no hay duda. Luchad por ello. Este es mi único consejo, como madre y como mujer.

25 marzo 2010

Miedos maternos e introducción de alimentos en bebés (nuestra experiencia)


Desde que nuestros hijos vienen de camino a la vida, los papás y mamás descubrimos unos miedos ocultos que quizás muchos de nosotros ni siquiera esperábamos conocer en esta aventura de ser padres.


Con las primeras ecografías, en el parto y en el desarrollo de nuestros pequeños queremos que todo salga a la perfección y que nuestros hijos se críen sanos y felices, sin contratiempos.


Yo era de las que embriagada por la maternidad, obviaba que muchos sustos (unos más pequeños que otros) ocurrirían en el camino de la crianza de mis propios hijos. Hoy después de caminar un cachito de nuestra vida en común, hemos pasado por alguno de ellos, pero tengo que confesar que cada traspiés duele igual del anterior y la alerta siempre queda alta ante los siguientes acontecimientos.  Algo que se ha agudizado a causa del trastorno alimentario que apunta mi pequeña.


Como expliqué en el anterior post, la pequeña María mostraba signos de algún tipo de intolerancia alimentaria, por lo que los médicos recomendaron que introdujésemos los alimentos muy poquito a poco a partir de casi el séptimo mes de la vida de mi pequeña, quien hasta ese momento se alimentó de una provechosa lactancia materna exclusiva con la que llegó a pesar 8 kilitos a los seis meses, todo un bombón.


Después y muy poquito a poco comenzamos a dar primero un poquito de las primeras frutas, después algo de verdura, el gluten, algo de carne... al año probamos con lácteos y huevo, y parecía que no había ningún efecto secundario en la pequeña.


Para los lácteos, como se sospechaba de una intolerancia, primero fui yo la que los comenzó a volver a incluir en la dieta para comprobar que no le producían a través de la lactancia materna ningún efecto nocivo. Y no se produjo.


La introducción de nuevos alimentos como muchos sabéis se debe de realizar de uno en uno e intentando dejar entre ellos dos o tres días de diferencia, para así comprobar que no se producen efectos adversos.


Nuestra pequeña parecía estar bien y nosotros veíamos como el fantasma de las intolerancias se alejaba de nuestras vidas... pero las cosas a veces sí son como parecen.


Llegó el momento de introducir el pescado y la confianza en mi instinto no me había engañado... por desgracia.


Pero si os parece lo dejamos para la próxima y os detallo como se merece.

21 marzo 2010

Gracias mamá, gracias por todo



Gracias a Desireé (amiga virtual)  acabo de encontrarme este precioso escrito en Facebook. Yo a la vez me recordé de todos vosotr@s. Espero que os guste.


Gracias mamá, gracias por todo


El otro día, observando mi ombligo me detuve a pensar que pequeño y curioso testimonio de una conexión tan importante, una conexión que me recuerda como comenzó mi vida como comencé a ser yo.

Hoy es difícil imaginar que alguna vez fuera tan pequeña que dependía completamente de alguien y ese alguien eras tu mamá.

Tú me mostraste mi primera mariposa y mi primer arco iris, estabas a mi lado cuando ensayé mis primeros pasos, fuiste la primera persona que me hizo reír y escuchaste que la primera palabra que dije fue papá (perdóname, mamá).

Me encanta que la gente diga que me parezco a ti porque es verdad, tenemos los mismos ojos, las mismas orejas y la misma nariz y, si los miras de cerca, veras que hasta los dedos de los pies son parecidos, aunque si lo piensas bien no es tan sorprendente: siempre seré una parte de ti porque tú me creaste.

Has esculpido mi rostro con un millón de besos cariñosos, me has enseñado todas las cosas importantes de nuestro mundo y mi lugar en él. Todo lo aprendí de ti mientras te escuchaba y te observaba, has compartido conmigo todos los valores que te hacen tan especial: la bondad, el perdón, la honestidad, la perseverancia, la consideración y principalmente, la paciencia.

También me enseñaste que incluso el día más terrible, parece mejor con un vaso de leche tibia y galletas. Tu serena filosofía de leche tibia y galletas, mamá, me ha ayudado a atravesar los momentos más difíciles mucho más a menudo de lo que puedes imaginarte.

Lo que trato de decirte mamá...

Es que eres la base sobre lo que se ha formado mi personalidad y solo me queda una palabra…

GRACIAS, gracias por haberme colmado siempre de abrigo, de seguridad, de amor, por haberme dado todo lo que necesitaba para crecer y desarrollarme, gracias porque siempre estabas dispuesta a llevarme a todos lados, gracias por las exquisitas comidas de las que te ocupabas con tanto amor día tras día, año tras año y te agradezco, especialmente, mamá por aquel increíble aroma de pan recién tostado por las mañanas.

Gracias por dejar a tu tesoro de dos años jugar con tus posesiones más valiosas y por no haber dicho… te lo dije, te lo dije todas las veces que hubieras querido.

Gracias por levantarme cada vez que necesitaba un abrazo o ver algo desde la mejor ubicación, lo que seguramente no ha sido nada bueno para tu espalda mamá. Gracias por volar a rescatarme cada vez que me oías gritar “¡quiero a mi mamá!”

Siempre has sabido que decir o que callar para hacerme sentir mejor, gracias por tantos cálidos y amorosos abrazos, porque arreglabas juguetes y corazones rotos una y otra vez ¡gracias mamá!

Gracias por alentarme a buscar la belleza dentro de mi y mantenerme siempre en pie, gracias por asegurarme que podría crecer, y alcanzar el éxito en cualquier cosa que me propusiera, si creía en mí de la misma manera en que tú lo hacías

Pero mamá...los dos sabemos que aunque nuestra relación ha sido maravillosa, no siempre fue tranquila y perfecta, porque yo, que soy la alegría de tus ojos, no siempre te hice reír, perdóname por las veces que te hice enojar o por haber hecho que te preocuparas por mi y por todas las noches de insomnio que te causé.

Perdóname por haberme revolcado en el baño después de que me hubieras puesto mi mejor ropa y mis zapatos nuevos y por preguntar “falta mucho, falta mucho” cada vez que salíamos, discúlpame por intentar huir tantas veces del baño, por ponerme difícil a la hora de ir al colegio o cuando no me dejaste hacer aquel tatuaje.

Me arrepiento de todas las ocasiones en que me puse insoportable, especialmente en los mejores restaurantes. Hoy me siento mal por las veces que te desperté a las cinco de la mañana el día de mi cumpleaños o en Navidad y por todas aquellas noches en que no había manera que me durmiera.

Perdóname por no haberte dado más tiempo para ti misma, aunque fueran unos pocos momentos tranquilos para pensar, para soñar...ahora comprendo a cuantas cosas
renunciaste por mí , porque mi tiempo para jugar siempre estuvo primero que tu tiempo para descansar, mis comidas eran más importantes que las tuyas, porque dejar los pañales estaba absolutamente antes que nada.

Cada vez que intentabas relajarte yo irrumpía en tu habitación, “mamá me muero de hambre, mamá, me aburro, mamá no encuentro a mi mascota en ninguna parte, levántate y ayúdame a buscarla ahora mismo”.

Hoy comprendo cuantas cosas he logrado gracias a ti, mami, y quisiera tener más de una vida para devolverte todo lo que me has dado.

Me mostraste un mundo lleno de amor y maravilloso, me enseñaste a encontrar mi propio camino y me has hecho mucho más feliz de lo que puedes imaginar, quiero que todo el mundo lo sepa ¡MI MAMÁ ES LA MEJOR MAMÁ DEL UNIVERSO! 


Gracias mamá, gracias por todo.


19 marzo 2010

Porque sin Papá... no hay mamá



Este blog no tendría ningún sentido si yo no fuera mamá porque entonces no tendría dos cielos de los que hablar, a los que dedicar entradas, por los que investigar e indagar sobre todo esto que abarca la maternidad. Pero no podemos olvidar que sin papá no hay mamá.


Y me gustaría decir a todos los papis del mundo que sean muy felices con sus pequeños, que los disfruten y se impliquen en sus vidas, que no caigan en la cuenta un día de lo que se pasó y se les quedó por el camino.


Felicidades papis por esa condición que solamente se merecen los que no solamente son papás en los papeles, si no los que ejercen de papás con aquellos que más les quieren.


Me gustaría aprovechar esta entrada para felicitar a los papás que tengo por casa. Al papá de mis niños, al que este blog le roba algunos momentos de mi compañía y aunque a veces dude de si hacemos o no lo mejor para nuestros pequeños, al final me apoye y comparta mis decisiones con ellos.


Y a mi papi, porque sin papá no hay niños... pero sin mi papá... no hubiera habido mamá.


Felicidades!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!





16 marzo 2010

Primeras sospechas de intolerancia alimentaria y lo que aprendemos siendo madres

Bien, como prometí en  mi último entrada creo que os debo unos cuantos post para poneros al día sobre el tema de la alergia alimentaria de mi pequeña.


Como os comenté, me parece muy buena idea escribir aquello que me gustaría encontrar como mamá de una nena con este tipo de trastorno, así que vamos allá.


Mi niña nació perfecta y sanísima pero a los pocos días percibimos que en su pañal entre las caquitas, había hilillos de sangre muy roja, que la pediatra nos coméntó que provenían aparentemente de alguna fisura anal que se había podido producir por ese constante flujo de cacas, ya que además la niña no dejaba de hacer de vientre con unas cacas verdes, muy verdes y que apenas la dejaban de tener el pañal limpio. Nos recetó una pomada para cicatrizar la zona anal y nos dijo que la diarrea era algo normal, que los bebés hacen caquitas muy líquidas y constantes... algo en mi interior me decía que no era normal, había veces que utilizábamos 3 pañales para un cambio de pañal porque la niña no dejaba de hacer cacas.


Durante los siguientes tres o cuatro meses la niña mejoró algo de las diarreas, pero tuvimos que acudir varias veces más a la pediatra por el tema de los "hilillos de sangre en las cacas". Por lo que al final y tras descartar que los hilos proveniesen de ninguna fisura, ni bacteria, decidió derivar a la pequeña a gastroentología sospechando de algún tipo de intolerancia alimentaria, en especial a la proteína de la leche de vaca.


Por aquel entonces mi hija tenía unos cuatro o cinco meses y no había probado nada más que la leche de mamá y hasta que nos viera el especialista nuestra pediatra nos aconsejó que yo hiciera una dieta exclusiva de lácteos procedentes de la vaca y así intentar relacionar ambos hechos. A todo esto recordar que la pequeña tomaba únicamente pecho.


Así que por primera vez en mi vida dejé de tomar absolutamente ningún producto que contuviera leche, proteína de leche, caseína... uno no sabe que significa el estar condicionado de esta manera hasta que no pasa por ello. La verdad que la experiencia me sirvió para ponerme en la piel de aquellos que por su condición alérgica están obligados a confeccionar sus dietas diarias con sumo cuidado.


Siempre explico que mis hijos me enseñan, son mis maestros de la vida.  Y no solamente cuando con su naturalidad, su autenticidad y su amor incondicional me dan tantas lecciones.


También lo hacen incluso como en este caso mi niña a causa de su trastorno me hizo empatizar con los alérgicos al yo tener que hacer este tipo de dieta en la que me podía sentir uno más.  De todo se aprende, hasta de estas cosas se puede sacar una lectura y un aprendizaje en la vida. Y por eso siempre digo que mis hijos me enseñan cada día, no solo por todo lo que me dan sin pedir a cambio, si no por todo lo que significa ser madre cuando una quiere aprender a hacerlo de la mejor de las maneras.


Volviendo al tema central del post...Después de un tiempo con esta dieta exclusiva la niña no mejoró ya que volvió a tener sangre en las heces. Además había cumplido un añito y el médico aconsejó que era el momento de empezar a probar nuevos alimentos. Pero esta segunda etapa la dejo para mi siguiente post.

15 marzo 2010

Un poco de nosotras y de... nuestra incipiente alergia al pescado.


Hace unas semanas que descubrimos que María es alérgica al pescado y a partir de ahora me gustaría compartir en mi blog nuestra experiencia con este tema tan complicado e imprevisible. Creo que quizás explicando nuestra experiencia podamos ayudar a alguna mami que desorientada como hoy lo estoy yo le toque pasar por algo parecido en un futuro.


La verdad es que hoy no tengo mucho tiempo disponible... ya sabéis polibloguera, curranta y mamá es un cóctel explosivo que nos condiciona a la hora de escribir, pero quería dejar este mensaje en mi blog porque aunque no me quiera dar cuenta la experiencia me ha comido terreno por dentro y me gustaría además de hacer bien en un futuro a quien se vea en nuestra situación, el aprovechar para hacer un poquito de terapia depurativa escribiendo  sobre aquello que me preocupa (aunque yo crea que lo controlo...).


A partir de la próxima entrada explicaré como nos dimos cuenta de que algo ocurría a mi chiquitina y de nuestras visitas a urgencias. Además me gustaría ir dejando algunas entradas sobre como nos va con este tema a partir de ahora. 


Espero que cuando relea este post de aquí a un tiempo, o bien lo recuerde como una mera anécdota en la salud de mi hija o bien lo tengamos todo tan controlado que sienta una seguridad como mamá que a día de hoy se me escapa de las manos. Creo que me queda muchísimo que aprender, pero como dice una conocida madre televisiva por mi hija... por mi hija... aprenderé todo lo que necesitemos saber sobre alergias alimentarias.



07 marzo 2010

Encuentra cursos en Trabaja Con Peques.es

Pues como también me gusta compartir enlaces interesantes en mi blog y acabo de descubrir uno que me ha gustado los suficiente como para venir aquí a contarlo a todas aquellas mamás o interesados en los niños que les apetezca estudiar sobre ellos en plan profesional, hoy traigo la web Trabaja con peques.

La verdad es que en estos momentos me pilla un poquito apretada la agenda como para aventurarme en apuntarme a más cursos o estudios, pero con lo que me gusta el mundo del niño y todo lo que les rodea no descarto el encontrar algún estudio complementario en la materia. La ventaja de esta web es que además son ellos los que se ponen en contacto si deseas información y te asesoran para que tomes una decisión adecuada sobre el curso a realizar y dónde llevarlo a cabo.

Para todos aquellos que como yo vivan el mundo del niño como algo fascinante en esta web pueden encontrar muy cerca cualquier curso relacionado con la materia.

Incluso las mamás que no disponemos de demasiado tiempo podemos aventurarnos con los cursos on-line que nos ofrecen desde la web.

Si alguna os animáis con alguno de estos cursos ya sabéis que aquí estaré para que me lo contéis.

Sitio Oficial| Trabaja Con Peques. es

La independencia es necesaria para los hijos ¿o para los padres?


A raíz de una reflexión que nos ha traído para este fin de semana nuestra bloguera mamá pediatra Amalia con su blog Diario de una mamá pediatra del que soy seguidora, he podido pensar sobre la si la independencia que tantos cotizan en los niños, a veces cuanto más prematura mejor, es tan y tan necesaria.

Para empezar, me gustaría hablaros de mí, que aunque a veces me lo crea, ya no soy ninguna niña, si no una mujer, madre, trabajadora, ama de casa y aprendiza de muchas cosas a la que como a muchas de vosotras (o vosotros) le faltan unas tres o cuatros horas a su reloj para llegar a todo aquello que anhela.

Yo he colechado toda la vida, y la mayor parte del tiempo compartiendo cama además de habitación. Y es que alguno somos muy miedicas... !qué le vamos a hacer¡ nos da miedo la soledad de las noches... quizás por ello una de las últimas noches que pasé en casa antes de casarme con 22 años le dije a mi hermana casi 8 años menor que me hiciera un ladito en su cama.  Ahora que lo pienso, estoy muy contenta de haberlo hecho. Pocas cosas nos unen a nuestros hermanos tanto com dormir con ellos.

Hasta los 7 años fui un desastre con la comida. Comer en casa, era un drama total... así me lo relatan aquellos que conocieron esta etapa de mi vida que marcó las suyas a la vez... y es que no quería saber nada de las lentejas de la abuela, ni tampoco de la sopa, ni siquiera de los macarrones. Era incapaz de sentarme solita y comer por mi misma.

Hay cosas que no recuerdo, como si me vestían o me abrochaban la chaqueta. Aunque conociendo a mi madre y abuela, estoy segura de que sí. Por cierto, aprovecho para darles las gracias por haberme cuidado tanto y tan bien. Que ya que estamos, es todo un detalle, que pena que muchos se olviden de quien les abrochaba la chaqueta de pequeños.

Pues bien, esta niña que no sabía dormir sola, que no comía ni sola ni acompañada, a la que lavaban y vestían los primeros años de su infancia... a los 22 años voló del nido, a los 24 esperaba su primer bebé y a los 29 su segundo bebé, a los que ya sabéis que he cuidado intentando ser la mejor mamá del mundo, aunque a veces me quede por el camino... pero eso es otra historia. Y aunque es cierto que sabe que tiene a su familia para lo que haga falta y recibe muchas manos de ayuda, ha sido lo suficientemente independiente para buscar trabajo y trabajar, para cuidar de sus hijos, para cuidar de su hogar, para cuidar de sí misma. Eso no es ser ¿muy independiente?

Esta entrada no la escribo para ponerme de ejemplo, menuda vergüenza me dan a mí estas cosas... pero necesitaba contarlo para aquellas que dudáis en si hacéis demasiado por vuestros hijos... influyendo en su independencia. Estoy segura que hay muchos niños que se vestían solitos a los tres años, comían en el comedor hasta los 16 y durmieron en sus habitaciones desde que llegaron del hospital, que a día de hoy tienen unos 32 y siguen en casa de su mamá, quien muy gustosa les sirve la comida en la mesa todos los días y le planchas los pantalones y lava las camisas de todo corazón.

Este blog se llama Crianza y Confianza. Quizás porque los fallos que he cometido como mamá se deben a no haber confiado más en mí misma. En dejar que terceras personas influyeran en mi forma de criar a mi primer hijo sus primeros meses. Digo con el primero porque con la segunda no me dejé.

Recuerdo la primera entrevista con la profesora de mi hijo mayor cuando empezó P3.  Aquel año no hacía más que insistirme en que el pequeño no era capaz de abrocharse la bata. Y es cierto con 2 añitos y 9 meses se le hacía un mundo, se ponía nervioso y hacía al resto de la clase retrasarse porque no atinaba con los botones.

Cuando  hablaba con la profesora y le expresaba que creía que este tema le producía a mi hijo más fustración que beneficio y que quizás careciera de madurez para abrocharse los botones, ella me contestaba que todos los demás lo hacían.

Todo los demás. Mi hijo no era todos los demás. Y yo veía que no estaba preparado. Pero ella con una clase de 25 niños y niñas, necesitaba que mi hijo se abrochara los botones a tiempo para comenzar a dar clase.

¿Quién necesitaba la independencia? Yo no me abrochaba los botones con 2 años y a los 22 sabía lo que era  llevar un hogar, trabajar, había terminado mis estudios, me había dado unas cuantas lecciones la vida y era completamente independiente.

No hay duda. Tiene que llegar el día en que nuestros hijos sean capaces de vivir sin nosotros. Pero aunque sean capaces siempre nos necesitaran. ¿Quién no necesita a su mamá aunque lleve muerta 20 años? ¿Quién no necesita que le escuchen y le entiendan sin concesiones, sin condiciones? Eso disculpad, no se llama dependencia, no tiene que ver nada con la independencia de nuestros hijos.

Hay que educar y mostrar a nuestros hijos como deben de cuidar de sí mismos. Pero debemos saber que cada niño es diferente. Saber donde podemos ceder o dejar de hacerlo. Conocer a nuestros hijos lo suficiente como para entender lo que les ayuda o perjudica. Eso solo se consigue si estamos a su lado, si crecemos con ellos. Y eso solo se consigue si entendemos que cada niños es único e irrepetible.

Espero que esta entrada os ayude también a reflexionar, aprovecho para felicitar a la doctora Amalia, que con su blog nos ayuda a tantos papás y mamás. Siempre me pregunté como era una mamá pediatra y gracias a su blog encontré la respuesta.

Cuidad de vuestros hijos como se merecen, educadlos y la independencia llegará... a veces demasiado pronto.

Imagen|  irreverendos.com
Imagen| elpopular.com

06 marzo 2010

Diez pasos para una feliz lactancia materna según OMS/UNICEF



Dejo anotados diez sencillos pasos que según OMS y UNICEF son primordiales para conseguir que la lactancia ocupe el lugar que se merece en la vida de nuestros niños. Una gran ayuda para mamás y para todos aquellos que estamos a favor de difundir el gran beneficio que supone la lactancia materna para nuestros pequeños.


Declaración Conjunta OMS/UNICEF (1989)
Todos los servicios de maternidad y atención
a los recién nacidos deberán:

1. Disponer de una norma escrita sobre lactancia natural que se comunique sistemáticamente a todo el personal.


2. Capacitar a todo el personal de forma que esté en condiciones de poner en práctica esa norma.


3. Informar a todas las embarazadas sobre los beneficios que ofrece la lactancia natural y la forma de ponerla en práctica.


4. Ayudar a las madres a iniciar la lactancia durante la media hora siguiente al parto.


5. Enseñar a las madres cómo dar el pecho y cómo continuar con la lactancia, incluso si han de separarse de sus hijos.


6. No dar a los recién nacidos más quela leche materna, sin ningún otroalimento o bebida, a no ser que estén médicamente indicados.


7. Facilitar la cohabitación de las madres y los niños durante las 24 horas del día.


8. Fomentar la lactancia materna a demanda.


9. No dar a los niños alimentados a pecho tetinas o chupetes.


10. Fomentar la organización de grupos de apoyo a la lactancia natural y derivar a las madres a éstos después de su salida del hospital.