11 mayo 2010

¿Estaré algún día a su altura? La culpa



Los adultos nos creemos grandes... sumamentes grandes. Somos más altos, más sabios, más curtidos por la vida... no dependemos de nadie y nada nos da miedo.

Nos creemos superiores a nuestros cachorros humanos. ¿Qué puedes saber tú mocoso? ¿Cúantas veces no se pueden oír frases semejantes a esta?

Os queda tanto por aprender en la vida! y con sentencias de este estilo... les recordamos a nuestros hijos, quien es el que manda aquí.

Y yo que me equivoco tantas veces, olvidando mis ideales en lo que a maternidad se refiere... soltando algún que otro grito NUNCA JUSTIFICADO, faltando a mis convicciones por falta de valentía... me pregunto ¿Estaré a su altura algún día? y la respuesta es que tengo que apresurarme, puesto que la niñez no es algo eternamente duradero.

Y es que los niños tienen que tener demasiada paciencia con los adultos.  Y es que yo hoy también me siento culpable de no estar a la altura. Pero no sufráis por mi, sentirse culpables con conocimiento, no es malo.

Cuántas veces leo a mamás que se justifican y no quieren sentirse culpables. No quieren sentirse culpables por no dar teta, por hacer el Estivill, por llevarlos a la guarde, por dar cachetes, ... la lista es inmensa.

 El sentimiento de culpa les invade, pero a la vez se justifican como si la culpa no pudiera hacer mella en su actitud. Porque es por su propio bien, del niño... claro.

 Yo creo que no siempre tiene porqué ser negativo el sentirnos culpables, si no que es un síntoma de que algo debería cambiar, aunque es cierto que a veces nos podamos sentir desorientadas en la dirección del cambio. El ser humano debería de ser consciente de que siempre, siempre, siempre pueden mejorar las cosas.

Yo así lo pienso. Por eso este blog, por eso quiero leer, aprender e informarme. Por eso me levanto cada día diciendo: hoy seré mejor madre y por eso no me impacienta sentirme a veces culpable, porque así podré saber qué quiero cambiar.

Sé que nunca podré estar a la altura de la bondad, inocencia y ternura que se merecen mis dos hijos. Quizás porque yo soy su mamá y cualquier cosa para ellos es poco.  Mientras tengo muchísimo trabajo, intentando mejorar cada día. Y sé que se harán mayores y las cosas cambiarán, pero como dice el poema: perdurará siempre la huella... para mí, del cariño mostrado.

Así que si la culpa me sirve para sacar valentía y mejorar: bienvenida sea!

2 comentarios:

sonia dijo...

Te leo y no puedo dejar de decirte que estoy encantada con la idea que me has dado. Hablo de la ENORME culpabilidad que siento con mis dos hijos, por no poder estar con ellos como me gustaría (o sea, a tiempo completo con cada uno) y resulta que puedo manejar esa culpabilidad mejor de lo que suponía... Me dejas sin palabras cuando leo tus ideas tan acertadas, tan llenas de cariño, de amor y entrega a tus hijos. Yo también estoy enamorada de ellos. Te seguiré leyendo. Un beso.

Miriam dijo...

Hola Sonia! Esta es tu casa! me encanta encontrar mamás liberadas que piensan como yo!

Para arreglar algo tenemos que saber que está mal... y en cierta medida es normal sentirse culpable...

Después podemos intentar mejorar cada día y así llegar a ser un poquito mejor personas.

Al fin y al cabo, de eso se trata ¿no? si no vaya aburrimiento... ja, ja, ja..

Lo dicho, bienvenida y aquí estamos para lo que necesites.

Besos.

Miriam.