07 junio 2010

Los hij@s no se quieren por su sexo...



Acabo de hablar con una amiga que me cuenta como ha decidido embarcarse en la aventura de embarazarse del tercer@ y que me ha explicado como su marido desea ser padre de una niña.

A esta amiga no puedo más que decirle que antes de dar el paso sea consciente de que si desea ser madre de otro bebé (tiene dos niños) adelante... pero que tiene que desearlo firmemente, profundamente y aceptando que lo que vendrá en camino será una personita maravillosa independientemente de su sexo.

Historias de madres que lloraban en la consulta de la ecografía de las 20 semanas porque les decían que era niño... la verdad ni lo entiendo, ni lo comparto.

Ser madre es mucho más que hacer trenzas y vestir muñecas. De eso que no quepa la menor duda.

Para mi es una ofensa hacia mi hijo cada vez que alguien hace este tipo de comentarios y no pude ser más feliz el día que venía de camino. Sus ojos, su boca, sus gestos... me recuerdan tanto a mí misma ¿se puede querer más a un ser humano? que cuando me han hecho el comentario "demasiado atrevido" a mi parecer de justificar mi alegría de sentirme completa con mi hija por el hecho de ser una niña, me han herido los sentimientos como madre orgullosa de mi hijo querido.

Decidí ser madre nuevamente por el hecho de volver a sentir la felicidad y plenitud que me mostró mi primer hijo, de hecho la llegada de mi hija me sorprendio en cuanto a su sexo... pero la felicidad que sentí y que vivo cada día no tiene nada que ver con ello. Ni siquiera se parece a elegir vestidos, algo que aunque no deja de ser divertido no es comparable en un solo ápice a lo que significa la maternidad.

Soy madre de dos seres humanos, diferentes, independientes, maravillosos y únicos. Si decido volver a ser madre, volverá a ser así.

3 comentarios:

Caro dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Miriam :)

Cuando me quedé embarazada de Mateo, tenía ilusión porque fuese una niña. Somos 3 hermanas (y un hermano), y ese ambiente de 'club de chicas' me mola :) además, la última nació cuando yo tenia ya 20 años, así que era la crianza que tenía más reciente.

Pero tenía la impresión desde el principio de que era un niño. Cuando nos lo dijeron en la semana 20, de alguna forma, no me pilló de sorpresa :)obvia decir que estoy encantada,y que por nada lo habría cambiado de haber podido. Incluso si ahora pienso en tener un segundo hijo, no tengo ilusión por la parejita: ahora sí que puedo decir verdaderamente que me da igual lo que venga. Me gustaría saber cómo es de diferente ser madre de otra mujer, pero si no está de ser así, pues no lo será :)

Tita dijo...

De nuevo estamos embarazados, Miri... y nos da exactamente igual. Tienes toda la razón. No está bien jugar a las casitas y a las muñequitas con los bebés...
Cuando estaba embarazada de mi niña, estaba firmemente convencida de que era un niño. No porque lo deseara más, solo que estaba convencida. Cuando me dijeron que era una niña me subió una alegría que me ahogaba...no sé si por la identificación y amor que tengo por mi madre. No sé, tal vez si me hubieran dicho que era varón, hubiera sentido lo mismo. Es la definición cada vez más como ser humano...la cercanía del conocimiento, saber que se acercan...


Un abrazo

Magda Pérez Hervás dijo...

Hola, he llegado por casualidad, picoteando de blog en blog, jeje y me ha gustado tu entrada y lo pokillo que he estado viendo.

Fui mamá por primera vez hace casi 13 años, cuando conoci a mi marido supe que queria formar un trocito de el dentro de mi. Deseaba tener un niño como el y llegó mi primer bebé, no supimos que sería hasta que nació, es una nena, puede que esperara un niño (no es que esperara nada, no se, es como que sentia lo que sería) pero cuando la vi, vi a su padre, vi el milagro que habiamos logrado y me enamoró, en apenas dos años nació nuestro segundo hijo y no se porque, de nuevo, esperaba que fuera otra niña, quizas porque la vi tan perfecta y maravillosa... ahora pienso que es que mi instinto es contrario jajaja, pues es chico y para nosotros igual de perfecto y maravilloso. Aunque nunca me gusto eso de que bien ya teneis la parejita, a plantaros.
Nos lanzamos al tercero y todo el mundo preguntando que preferiamos, pues prefiero que sea un ser sano, tan perfecto y maravilloso como sus hermanos. Desde el comienzo sentia que sería niña e incluso en sueños... asi que aunque no supimos su sexo hasta el ultimo mes, me fui haciendo a la idea de que con mi instinto contrario, sería niño y así fue, tan maravilloso, unico y especial.

Felicisima maternidad.