Además de mamá soy persona, mujer, trabajadora, hija, esposa, amiga y ciudadana del mundo. Tengo días buenos, buenísimos (la gran mayoría por fortuna). Pero también tengo días menos buenos. Problemas con la economía, en el trabajo... cosas de adultos, ya sabéis. Quebraderos de cabeza todos.
Días como hoy, en las que si tengo que definir mi estado de ánimo sería: bajo cero. Desde luego no me siento culpable, ni siquiera esperaría no estar con esta tristeza. Si no la sintiera, sería que no soy de la raza humana. La causa está muy bien justificada, aunque no pueda explicar hoy aquí lo que la origina, puesto que podemos decir que se encuentra "bajo secreto de sumario".
Respiro. Cierro los ojos y deseo que las horas corran en el reloj. Os echo tanto de menos. Me doy cuenta de la suerte que tengo al saber que me estáis esperando. Esta tremenda tristeza en unas horas será suplida por vuestros gritos, vuestras risas, vuestras frenética actividad, vuestros besos (algunos robados) y vuestra maravillosa presencia.
Se habrá terminado la hora de las lamentaciones. Me habré reencontrado con mi felicidad. No será fácil terminar el día, eso lo sé por descontado. Pero mi alma quedará tranquila hasta que mañana me reencuentre otra vez con la realidad del presente.
Pero mientras, me encontraré segura en mi refugio. Un refugio que desprende calor, cobijo, ternura, sonidos celestiales. Un refugio de carne y hueso con muecas y sonrisas. Con brazos que abrazan y mimos que cautivan. Mis niños, mi refugio. Siempre digo que no hay mejor medicina. Dejaremos para otros el Prozac, no hay ni una mejor droga en mi vida: Unai y Maria.
Por Miriam Hernández y para sus dos estrellas.
2 comentarios:
que gran verdad y que bonito! les encantará leerlo cuando sean mayores.
Hola Supermama! la verdad es que esto del blog muchas veces me sirve para dejarles un pedacito de lo que siento a mis peques.
Y si lo leen algún día, espero que les recuerde todo lo que significan para su mamá.
Aunque espero que no haga falta nada de eso. Su mamá intenta dejar huella en ellos cada día. Pero bueno, aquí tienen esta especie de testimonio vital, tampoco está de más ¿no?
Un abrazo y gracias por dejar tu comentario.
Miriam.
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