14 diciembre 2010

¿Y si no tomaran teta?


Pues sí. Es una afirmación que he oído muchas veces a lo largo de mi maternidad. Sobretodo cuando la mamá en cuestión ha decidido que lo mejor para su pequeñ@ es tomar biberón. ¿O no os suenan conversaciones como está?

Pepita: - Aiss, yo a mi niña cuando nazca le voy a dar la teta, y mejor mucho tiempo, porque sabes "dicen que la teta es la mejor medicina".

Rosaura: - Ahh! pues yo a mi Tomasito le daba teta y también se ponía malito... tanto que cuando nació su hermano Ginés le dí el biberón desde el primer día... y ese, ese ni un triste constipado.

Como podéis comprobar la conversación está hecha en un tono de broma :) bastante notorio. Pero os aseguro que conversaciones como esta las he escuchado muchísimas veces.

Y es cierto. Hay bebés y niños totalmente diferentes. Niños que son alimentado con lactancia materna exclusiva y a pesar de ello sufren de virus y fiebres y enferman.

Pero ¿alguién se ha preguntado cómo estarían estos niños si no la tomaran? ¿acaso no les costaría superar mucho más las enfermedades? mi respuesta es que sí.

La lactancia materna no solamente previene de enfermar a los pequeños, si no que les ayuda a superar los malos momentos de salud, por eso es tan importante.

Decimos que no podemos dar teta porque tenemos que ir a trabajar y nuestros hijos tienen que ir a la guardería pero tenemos que saber que en esos casos está más indicado que en ningún otro. Solamente tenemos que disponer de la información y ayuda suficiente para conseguirlo.

Y es cierto que habrá niños de biberón que no enfermarán a pesar de ello. Pero lo más probable es que si lo hacen su recuperación sea más lenta que si toman leche materna.

En el caso de escuchar este tipo de conversaciones de nuevo creo que responderé: ´"Es cierto, Pepito ha enfermado tomando teta, pero se ha recuperado muy rápido ¿y si no la hubiera tomado?"

10 comentarios:

Eloísa dijo...

Pues sí, hay muchas madres que de un solo caso hacen ciencia y cada vez que mencionan que los bebés de teta enferman menos tienen que saltar con que su hijo tomo biberón y nunca estuvo malito.
Yo siempre lo he oído en conversaciones ajenas, nunca me lo han dicho a mi, pero tengo muy claro que daría argumentos del tipo:

- Está demostrado estadísticamente que con LM los bebés enferman menos.
- La LM salva vidas, sobre todo en el caso de bebés prematuros que pueden morir simplemente por ser alimentados por biberón (enterocolitis necrosante).
- Los bebés alimentados con LM tienen mayor coeficiente intelectual que los de bibe (diferencia que se mantiene hasta la edad adulta).
- La LM es la misma desde hace millones de años y misteriosamente cada pocos meses sacan una leche de bote con un importantísimo aditivo que, hasta ese momento, se habían perdido los bebés de bibe.
- La LM tiene anticuerpos, células vivas, que aportan al bebé y al niño protección inmunológica adaptada al milímetro al entorno en el que vive.
- Como tu bien dices, las enfermedades suelen durar menos y tener mejor recuperación con LM.

Y paro porque si no me apropio de tu post... En fin, que la LA está muy bien cuando no se puede dar LM, igual que las sillas de ruedas vienen genial cuando no se puede andar, pero ¿tu irías en silla de ruedas si tuvieras dos piernas perfectamente sanas y funcionales?

choqui dijo...

Realmente, yo soy una defensora a muerte de la teta, y bueno, respeto que la que quiera de bibe, pero no soporto que se cuestione que es mucho mejor en el "envase original". Yo tuve al mayor muy muy enfermo, tomó teta 20 mesos, pero antes de dejar la teta jamás se puso malo. La dejamos y empezó a coger bronquitis y todo lo habido y por haber. Estuvo muy malo, pero se recuperó contra todo pronóstico, y ahora está perfecto. En el momento pensaba que estaba tan malo "y eso q había dado tanta teta", pero ahora pienso que quizás está tan bien y se recuperó perfectamente quizás por esa teta que tanto tiempo nos llevó.

El pequeño sólo tomó 7 meses, y antes de dejarla tampoco se puso malo jamás, justo dejarla y a los 8 meses ingresado por bronconeumonía. ¿Casualidad??? pues no lo sé, la verdad, pero mi experiencia me hace creer firmemente en ella.

Un beso.

Anónimo dijo...

Qué curioso que se pongan malos cuando dejan la teta ¿no?. Pero vamos a ver... 'la magia' de la LM no era, entre otras cosas, porque otorgaba defensas a los niños???? ¿Qué pasa, que cuando entra un biberón en sus vidas después de dejar la teta, las defensas quedan fulminadas? ¿Pero alguine sabe realmente qué son las defensas, la inmunidad?.

Y puestos a hacer ciencia y estadística de pacotilla, yo puedo aportar mi experiencia: mis hijas tomaron bibe desde el primer día y jamás han estado malas, más allá de los vulgares costipados. Es más, la pequeña de 30 meses aún va a la guardería y llevamos un otoño (toco madera) en el que no ha tenido ni un simple ataqu de mocos. Igual que la mayor, que ya va al cole. Tengo una amiga que ha amamantado a su hija hasta los 3 años y la niña ha estado ingresada por gatroenteritis, ha tenido bronquilitis, tiene caries y roza los 10 kilos, entre otros signos 'evidentes' de las bondades de la LM. Eso sí, su madre dice que es muy lista. Gran consuelo.

Es absolutamente falso que 'Los bebés alimentados con LM tienen mayor coeficiente intelectual que los de bibe (diferencia que se mantiene hasta la edad adulta)'. Falso, indemostrable, una patraña. Y si es así, los departamentos de RRHH empezarán a pedir que en el currñiculum se especifique cómo fueron alimentados los candidatos a un puesto de trabajo en sus primeros años de vida. Estamos apañados la generación de los 7....

Eloísa dijo...

Pues Anónima, por alusiones te contesto:

¿De dónde sacas tú que el tema del coeficiente intelectual es, y cito, "absolutamente falso" y "Falso, indemostrable, una patraña"?

Porque mi afirmación está sacada de un estudio científico que puedes consultar aquí:

http://jama.ama-assn.org/content/287/18/2365.abstract

Al que le pique, que se rasque, pero los hechos son los hechos. Yo te doy datos científicos, tu me explicas tu caso y el de una amiga.

Yo también te puedo explicar casos de niños de biberón enfermizos y de niños de teta sanotes... Eso, amiga mía, no hace ciencia igual que una golondrina no hace verano. Los estudios científicos, contrastados y aceptados por la comunidad científica, publicados en revistas de prestigio, SÍ hacen ciencia.

En cuanto a tu duda sobre las defensas ("¿Qué pasa, que cuando entra un biberón en sus vidas después de dejar la teta, las defensas quedan fulminadas?") te comento que un solo biberón, uno solo, en un niño amamantado al que luego se le vuelve a dar lactancia materna exclusiva produce variaciones en su flora intestinal que le exponen a un mayor riesgo ante virus y otros elementos peligrosos... Y el equilibrio de la flora intestinal propio de los lactantes puede tardar entre 15 días y 2 meses en recuperarse. Así de simple... Y SÍ, eso también es ciencia.

Así que, por favor, antes de defender las bondades del biberón y negar las "evidencias" contrasta tus opiniones.

A partir de ahí, cada madre tiene la potestad para alimentar a su hijo como le de la gana. Si has alimentado a tus hijas con biberón, habrás tenido tus razones para hacerlo. Sólo espero que, en su momento, no hayas tomado una decisión basada en informaciones falsas o erróneas.

Anónimo dijo...

Eloísa, con el tema de los estudios, parafraseo a Jay Belsk, me imagino que para ti será alguien que merece credibilidad: 'Sólo se aceptan los resultados que gustan'.

Yo no defiendo 'las bondades de la LA' por que sí, pero por mi experiencia personal, contrastada, seria y respetuosa, no puedo decirle a nadie que el bibe va a ser malo para sus hijos. Mentiría, sería una manipuladora. A la pregunta apocalíptica de '¿Y su no tomaran teta?' respondo: pues no pasaría nada.

Si un solo biberón es capaz de transtornar la flora intestinal de un niño hasta ese punto... ¿qué pasa con los niños que toman biberón desde el primer día y no se ponen malos? (Habría que pactar una definición de consenso de qué esl ponerse malito: entre la enterocolitis necrosante y un costipado, una diarrea hay un mundo). Ni la LM es el bálsamo de fierabrás ni la LA kriptonita.

Yo soy la primera defensora de la LM, nadie puede estar en contra de la LM y si alguien lo está es un necio. Pero estoy en contra de la manipulación. No niego evidencias de los beneficios biológicos de la LM, no soy ninguna descerebrada. Modestia aparte, soy una persona muy preparada, muy preocupada, muy atenta a todo lo que tiene que ver con la crianza de mis hijas, muy concienciada y volcada sobre su salud, su bienestar, su crecimiento como personas... Y todo esto hubiera sido igual si, en vez de darles LA les hubiera dado LM. Estoy en contra del determinismo y de la mística lactante. Pero oye, la libertad de opinión es lo que tiene.

Respecto a los motivos que me llevaron a dar biberón a mis hijas, no sufras: nadie me tomó el pelo, nadie me dio muestras de leche artificial, nadie me sometió a lavados de cerebro, no tenía miedo de que se me cayeran las tetas, no pensaba que iba a perder independencia... resulta que la extirpación de un fibroadenoma de 2x3 detrás del pezón hace 20 años, me dejó los conductos de una mama hechos un desastre. En mi primer embarazo, a los 8 meses, la salida de calostro me provocó una mastitis y una cirujana oncológica que seguramente no sabrá nada de lactancia me aconsejó que no amamantara. Tiré de ese consejo, me informé y sopesé pros y contras. Y aquí estamos 4 áños y medio después... con una experiencia que es, efectivamente, a la ciencia lo que la golondrina a la primavera (me ha encantado la expresión, no la conocía). Pero tan válida como otra y que pienso seguir explicando a quien me pregunte. Si hoy una amiga embarazada me preguntara sobre el tema le diré: siempre teta, pero ésta es mi historia.
AnnaJR

Anónimo dijo...

Eloísa, con el tema de los estudios, parafraseo a Jay Belsk, me imagino que para ti será alguien que merece credibilidad: 'Sólo se aceptan los resultados que gustan'.

Yo no defiendo 'las bondades de la LA' por que sí, pero por mi experiencia personal, contrastada, seria y respetuosa, no puedo decirle a nadie que el bibe va a ser malo para sus hijos. Mentiría, sería una manipuladora. A la pregunta apocalíptica de '¿Y su no tomaran teta?' respondo: pues no pasaría nada.

Si un solo biberón es capaz de transtornar la flora intestinal de un niño hasta ese punto... ¿qué pasa con los niños que toman biberón desde el primer día y no se ponen malos? (Habría que pactar una definición de consenso de qué esl ponerse malito: entre la enterocolitis necrosante y un costipado, una diarrea hay un mundo). Ni la LM es el bálsamo de fierabrás ni la LA kriptonita.

Yo soy la primera defensora de la LM, nadie puede estar en contra de la LM y si alguien lo está es un necio. Pero estoy en contra de la manipulación. No niego evidencias de los beneficios biológicos de la LM, no soy ninguna descerebrada. Modestia aparte, soy una persona muy preparada, muy preocupada, muy atenta a todo lo que tiene que ver con la crianza de mis hijas, muy concienciada y volcada sobre su salud, su bienestar, su crecimiento como personas... Y todo esto hubiera sido igual si, en vez de darles LA les hubiera dado LM. Estoy en contra del determinismo y de la mística lactante. Pero oye, la libertad de opinión es lo que tiene.

Respecto a los motivos que me llevaron a dar biberón a mis hijas, no sufras: nadie me tomó el pelo, nadie me dio muestras de leche artificial, nadie me sometió a lavados de cerebro, no tenía miedo de que se me cayeran las tetas, no pensaba que iba a perder independencia... resulta que la extirpación de un fibroadenoma de 2x3 detrás del pezón hace 20 años, me dejó los conductos de una mama hechos un desastre. En mi primer embarazo, a los 8 meses, la salida de calostro me provocó una mastitis y una cirujana oncológica que seguramente no sabrá nada de lactancia me aconsejó que no amamantara. Tiré de ese consejo, me informé y sopesé pros y contras. Y aquí estamos 4 áños y medio después... con una experiencia que es, efectivamente, a la ciencia lo que la golondrina a la primavera (me ha encantado la expresión, no la conocía). Pero tan válida como otra y que pienso seguir explicando a quien me pregunte. Si hoy una amiga embarazada me preguntara sobre el tema le diré: siempre teta, pero ésta es mi historia.
AnnaJR

Anónimo dijo...

uy, perdón por el duplicado de mi comentario... no sé qué he hecho. Mil disculpas.

Eloísa dijo...

AnnaJR, encantada de poder charlar contigo en este blog. Sobre todo, porque creo que ambas podemos enriquecernos con el intercambio. Yo, de hecho, creo que ya lo he hecho.
En cuanto a lo que comentas del tema de Belsk de los estudios, está claro que muchas investigaciones están mal diseñadas desde el principio, ya que parten de una premisa que es la que quieren confirmar, por lo que se producen grandes errores metodológicos. La investigación que yo te citaba ayer es una entre tantas, precisamente la que se refiere a los adultos, pero en realidad son varias decenas de estudios los que analizan el coeficiente intelectual y yo creo que no todos pueden estar equivocados.

También pienso que elevar el coeficiente intelectual (la diferencia suele estar entre 15 y 8 puntos en función de los distintos métodos de estudio y ránkings) no es razón suficiente para darle el pecho a tu hijo. No creo que una mamá que aborrezca dar el pecho se vaya a sacrificar sólo porque su hijo sea más inteligente y si, de hecho, lo hace y lo hace en contra de su voluntad o de lo que ella quiere, probablemente se pierda otras ventajas de la lactancia materna, como el intenso contacto piel con piel, el vínculo emocional, la secreción de hormonas, los cambios que se producen en el cerebro de la madre y del bebé, etc.

Por supuesto que no pasa nada si no tomaran teta. Yo me he criado con LM y con bibe pues supongo que a partir de los 4 o 5 meses, que es lo que se llevaba. Mi hermano se ha criado con bibe y mi hermana como yo. No pasa nada, pero no por ello debemos renunciar a la lactancia.

No podemos decir que el bibe sea malo para los niños, de hecho, como ya dije, salva muchas vidas. Pero es incontestable que el pecho es mejor, infinitamente mejor, no solo por el envase, sino por el líquido que lleva dentro. Efectivamente, ni la LM es maná divino ni la LA es Kriptonita, pero muchas veces las madres abandonan la LM por falsa información, por problemas fácilmente solucionables y llevados de consejos del tipo “con biberones se crían igual de bien”, que pueden ser ciertos o no.

Al final, la ciencia se construye a base de estadísticas. Y la cuestión es que a algunos niños no les pasa nada y a otros sí. Se trata de jugar con las probabilidades. También mucha gente ignora que los beneficios de la LM son también para la madre (menos cáncer de mamá, menos osteoporosis, menos cáncer de ovario, et.).

Pues sí, un solo biberón es capaz de transformar la flora intestinal propia de LM en flora intestinal tendente a LA. No es que la flora intestinal de LA sea verde, tipo la masa, pero lo cierto es que la flora intestinal de un niño con LA tiene bifidobacterías de esas que ahora nos quieren vender hasta en la sopa como buenísimas, que parece que primero nos las quitan y luego nos las dan (los de la industria alimentaria me refiero, ¿es una buena estrategia? ¿no crees?).

Eloísa dijo...

Finalmente, me encanta que seas defensora de la LM. Me encanta que tomes con tanta naturalidad y acierto tus decisiones y que primes la salud y el bienestar de tus hijos. Yo también estoy en contra de la mística del lactante (lo que no quite que vaya a negar los beneficios demostrados de la LM), pero también de los que definen a los que defienden la LM como los “talibanes de la teta” o “la secta de la teta caída”. Tan mal está un extremo como el otro.

No te lo tomes como paternalismo condescendiente porque no lo es, vale, pero lo que me cuentas de tu experiencia personal me da pena y me indigna. Me da pena que haya profesionales sanitarios que sin saber se atrevan a dar consejos, me indigna que no se respete la decisión de una mujer de no amamantar (sea cual sea el origen de la decisión) y se la haga pasar por una mastitis innecesaria.

La lactancia materna es buena, es lo mejor, como tu bien dices. Pero no se debería obligar a nadie a amamantar contra su voluntad. Sería absurdo. Y tampoco se debería medir la bondad de las madres según extrañas escalas en las que la LM da puntos y la LA resta.

Bueno, wapa, que vaya rollo te he soltado. Pero me ha llegado tu historia, tu manera de escribir (me ha tocado un poquito de tu alma, si me permites la licencia poética) y me has pillado con los dedos ágiles.

Un abrazo y que sigas cuidando tan bien de tu peque (y de tus amigas).

PD. He dividido el comentario en dos porque era muy largo... si cuando digo yo que me enrrollo como las persianas, encima viene el blogger y me lo restriega en los morros ;-)

Anónimo dijo...

Eloisa, como dice un amigo mío, sobran palabras... sólo una puntualización, porque quizás no lo he explicado bien y porque mis dedos a veces van más rápidos que la cabeza. A ver... es sobre el tema de los profesionales. Cuando dije que la cirujana me aconsejó no amamantar y que yo tiré de ese consejo, quería decir que ella me explicó que le preocupaba la reacción de mis mamas fibroquísticas ante la lactancia (es que tú no sabes lo que se me puso ahí estando de 30 semanas...). Que ya llevaba dos fibroadenomas operados y que su consejo era ése. ¿Ignorancia sobre lactancia? Puede que sí, pero te aseguro que el conocimiento sobre la mama de esta doctora es muy grande, probablemente más que el de cualquier matrona. La ginecóloga que me llevaba el embarazo me dijo que yo era la que tenía la última palabra, que se podía amamantar con un sólo pecho pero que ella tampoco tenía ni idea de qué pasaría en mi mama izquierda con una subida de leche, visto lo visto. Y entonces llego yo a la clase de preparación al parto de mi centro de salud, le explico la película a la matrona y lo único que me dice es que ella nunca había oído nada así y que no hacían falta tantas excusas, que allá yo con mis decisiones. Toma ya. Fue el último día que acudí a esas clases, que lo único que me aportaron fue una humillación y una video de una señora inglesa que da a luz en su casa. Todo muy enriquecedor, francamente.

Y yo, que para algunas cosas soy muy racional y pragmática puse pros y contras en la balanza y decidí pedir después del parto las dos pastillas para interrumpir la lactancia. A veces he reflexionado sobre ese momento (porque apuré hasta ese momento) y creo que me pudo el miedo al dolor, sí, lo reconozco. A mi aquello me dolía mucho y la lógica me decía que me podía doler más. Y vi a Sara encima de mi, tan suave, tan calentita, tan bonita, tan mojadita por mis lágrimas, que pensé que ningún dolor físico debía interferir entre ella y yo.

Tengo una amiga que lo pasó mal los primeros 15 días, lo típico... mastitis, candidiasis, fiebre... y al final le fue todo bien, como ella quería. Pero es que yo no sé cómo me hubera ido, lo mío no se solucionaba poniendo al bebé a mamar porque mis conductos no conducían nada donde debían. No sé qué hubiera pasado, pero no quise saberlo.

Y otra cosa, jamás ni un sólo día he sentido tristeza por no haber amamantado, para nada. Haberlas amamantado no habría cambiado nada.

Perdón porque a veces en los comentarios parece que haga miniblogs, a veces me han dicho que me haga el mío, pero... no sé, no sé... encuentro vuestro trabajo muy importante, se nota que la dedicación es grande y seria y yo me conozco. Perdón por mi rollo. Me pasaré por tu blog que igual la autora de éste está un poco cansada de estas dos comentaristas-persiana.

Saludos,
AnnaJR