Una de las cosas que más ha facilitado que llevemos 9 meses de lactancia, sin duda alguna, ha sido mi cojín de lactancia. Por este motivo, me gustaría dejaros unos consejillos, para que sin gastar tanto dinero, tantísimo diría yo... por un trozo de tela relleno... pues os hagáis con el vuestro.
Lo primero, me gustaría explicar, que el cojín de lactancia nos hace más fáciles las cosas, a la hora de dar el pecho, porque nos deja descansar mejor la espalda en el respaldo, ya que como nos proporciona una altura sobre las piernas, impide que tengamos que movilizar curvándonos. Algo muy agradecido para evitar dolores posturales y que con el tiempo nuestro esqueleto no se resentirá... ´
Para utilizar un cojín de lactancia, simplemente tenemos que ponerlo encima de nuestras piernas, y rodearnos de él toda la cintura bien pegado. Luego cogeremos a nuestro bebé y lo pondremos encima de él cómodamente. Seguramente lo terminarás de acomodar y ya está.
El cojín de lactancia también es muy cómodo para las embarazadas, ya que en posición tumbada de lado, nos lo podemos posicionar entre las piernas y descansaremos muchísimo mejor.
Hay varios modelos en el mercado de cojines de lactancia, grandes, pequeños, de bolitas, rígidos... pero suelen ser muy caros, por lo que podemos fabricar el nuestro fácilmente.
En mi caso, me fabriqué el que hay en la foto muy fácilmente. Lo primero que hay que hacer es mirar la curva interior que queremos, más o menos, cogemos con una cinta métrica y nos medimos la cintura. Cogemos un papel o directamente la tela por la mitad y dibujamos media curva con la mitad de la medida más o menos. Luego dibujamos el resto del cojín según el ancho que queramos, en el mismo. Pensad que encima tiene que ir nuestro bebé, por lo que recomiendo que no escatimemos en anchura. Además de incluir unos 7 cm. de más para el fondo del cojín cuando lo rellenemos.
Una vez lo hayamos dibujado a nuestro gusto, o lo pasamos a la tela, o si ya estaba en la tela dibujado pues lo cortamos. Se tienen que cortar dos partes: La superior y la inferior. Luego solamente hay que coserlo, que siempre se tiene a mano, a la mami, a la suegra o alguna vecina que nos puede echar un cable... bueno, eso sin contar que nosotras mismas podamos hacerlo...
Yo le puse una cremallera para poder vaciarlo si lo tengo que lavar... pero no es imprescindible.
Para rellenarlo, utilicé el interior de varios cojines que tenía aparcados.
Y ya está. Un cojín de lactancia que estoy amortizando a base de bien... la verdad es que estoy muy contenta de sus resultados.
Lo primero, me gustaría explicar, que el cojín de lactancia nos hace más fáciles las cosas, a la hora de dar el pecho, porque nos deja descansar mejor la espalda en el respaldo, ya que como nos proporciona una altura sobre las piernas, impide que tengamos que movilizar curvándonos. Algo muy agradecido para evitar dolores posturales y que con el tiempo nuestro esqueleto no se resentirá... ´
Para utilizar un cojín de lactancia, simplemente tenemos que ponerlo encima de nuestras piernas, y rodearnos de él toda la cintura bien pegado. Luego cogeremos a nuestro bebé y lo pondremos encima de él cómodamente. Seguramente lo terminarás de acomodar y ya está.
El cojín de lactancia también es muy cómodo para las embarazadas, ya que en posición tumbada de lado, nos lo podemos posicionar entre las piernas y descansaremos muchísimo mejor.
Hay varios modelos en el mercado de cojines de lactancia, grandes, pequeños, de bolitas, rígidos... pero suelen ser muy caros, por lo que podemos fabricar el nuestro fácilmente.
En mi caso, me fabriqué el que hay en la foto muy fácilmente. Lo primero que hay que hacer es mirar la curva interior que queremos, más o menos, cogemos con una cinta métrica y nos medimos la cintura. Cogemos un papel o directamente la tela por la mitad y dibujamos media curva con la mitad de la medida más o menos. Luego dibujamos el resto del cojín según el ancho que queramos, en el mismo. Pensad que encima tiene que ir nuestro bebé, por lo que recomiendo que no escatimemos en anchura. Además de incluir unos 7 cm. de más para el fondo del cojín cuando lo rellenemos.
Una vez lo hayamos dibujado a nuestro gusto, o lo pasamos a la tela, o si ya estaba en la tela dibujado pues lo cortamos. Se tienen que cortar dos partes: La superior y la inferior. Luego solamente hay que coserlo, que siempre se tiene a mano, a la mami, a la suegra o alguna vecina que nos puede echar un cable... bueno, eso sin contar que nosotras mismas podamos hacerlo...
Yo le puse una cremallera para poder vaciarlo si lo tengo que lavar... pero no es imprescindible.
Para rellenarlo, utilicé el interior de varios cojines que tenía aparcados.
Y ya está. Un cojín de lactancia que estoy amortizando a base de bien... la verdad es que estoy muy contenta de sus resultados.
Si no tenemos la opción de coserlo, otra opción sería el modificar una almohada grande de la siguiente manera. Donde queremos que se haga la curva poner una goma con agujeros y algunos botones cosidos en el lateral para así hacerlo más grande o más pequeño.
Sin duda, algo sencillo y que nos da muy buen resultado. Con deciros que ahora mismo tengo a mi nena en el cojín mientras escribo... eso es lo que se llama adaptar la lactancia a la vida cotidiana...
Sin duda, algo sencillo y que nos da muy buen resultado. Con deciros que ahora mismo tengo a mi nena en el cojín mientras escribo... eso es lo que se llama adaptar la lactancia a la vida cotidiana...
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