06 noviembre 2010

Cuando sí comen (también nos preocupamos)



Si me llegan a decir cuando nació mi primer hijo que yo me iba a llegar a preocupar de un bebé porque comiera "demasiado" estoy segura que hubiera puesto el grito en el cielo.

Desde que mi pequeño de 6 años llegó a nuestras vidas, la comida para él no ha sido más que un "puro trámite". La verdad que no tenía ningún motivo verdadero por el que preocuparme. Mi hijo aunque bajito de percentil siempre ha sido un niño sano, fuerte e inquieto. Motivos suficientes para que aunque no cumplan las "expectativas de los adultos" en referencias a las cantidades que deben comer, podamos estar muy tranquilos.

Según mi pediatra de aquellos días mientras mi pequeño comiese de todo un poquito (para tener de la mayoría de nutrientes necesarios y no tener ningún tipo de anemia) no había porqué preocuparse.

Ahora con 6 años la verdad es que come casi de todo, aunque como la mayoría de niños tiene una serie de alimentos "poco saludables" entre los primeros de la lista a elegir si le preguntas que quiere comer. Pero ese es otro tema que no voy a compartir hoy aquí, puesto que daría para una entrada completa.

En realidad no es de él de quien quiero hablar, puesto que desde que soy madre la gran mayoría de mamás se quejan de eso mismo. De la falta de ganas de comer de sus pequeños. Yo lo que sí puedo recomendar es que se lean el libro del pediatra Carlos González "Mi niño no me come", porque encontrarán muchas respuestas que les tranquilizaran sobre este tema.

Ahora con mi hija María de 2 añitos si tuviera que leer un libro no sería este. Sería más bien un: "Mi niño come ¿demasiado?". 

Y es que mi pequeña a veces me asusta. Toma tetita por la noche, se levanta y desayuna, come, a veces si te ve comiendo re-come otra vez, te pide, va a la nevera, tetea... es un no parar...

La verdad es que la niña está preciosa,  aunque un poquito alta de percentil en referencia al peso ya que está en el 98 aproximadamente  (según las tablas de la OMS).

Pero estoy segura de que mi hija es normal y que la única clave está en no negarle la comida. Si no en ofrecerle alimentos sanos y evitar que coma productos hipercalóricos (chucherías, bollería industrial, grasas...) y que no le van a crear ningún beneficio. La niña está sanísima, excepto su alergia al pescado no ha tenido más problemas que unos cuanto virus pesados. No para en todo el día, corre, juega, brinca y necesita comer y lo que más le gusta y le ayuda a prevenir obesidad en edad adulta que es tomar lactancia materna.

En fin, el caso es que parece no haber termino medio en esto de las comidas y los peques. Aunque como siempre y ante todo debemos recordar que cada niño es diferente desde que lo tenemos en nuestro vientre. Y en este caso de las comidas mucho más. Ni todos comemos igual, ni a todos nos gustan las mismas cosas. Es importante no olvidarlo, porque nos quitará preocupaciones tanto por exceso, como por defecto.

5 comentarios:

mamisepa dijo...

Pues igual que la mía pequeña, que parece un pozo sin fondo!!! A veces me pregunto si hubiera sido así de todas formas, o tuvo algo que ver el que, de muy bebé, había días que tenía la mala suerte que justo se despertaba a las 8'15, hora en que yo arreglaba a la otra para llevarla a la guarde, y claro, la pobrecita se pasaba llorando y esperando una hora (porque a mí me tardan una hora en mamar, no podía darle 10 minutitos y ya está), y claro, luego aprendió, que "ahora que hay, aprovecho". De todas formas, se pasa menos apuro, lo único es que es un aburrimiento no poder comer nunca nada sin tener que darle un trocito.

saludos

Supermama dijo...

El mio tambien come mucho, y le gusta probar todo, tiene sus alimentos favoritos, pero come de todo. Lo que no hago es dejarle que pique, osea, hace sus 5 comidas, desayuno, media mañana, comida, merienda y cena, y nunca ha subido mas del percentil 70. Claro que de eso de los percentiles hace mucho que paso, si el niño esta sano y come sano no hay problema.

Miriam dijo...

Lo importante es que estén san@s, cada niño es diferente y eso es una verdad como un temmplo. No importa que sean hermanos... y si no que me lo digan a mí.

Besitos guapis, gracias por entrar.

Miriam.

Armandilio dijo...

Que raro preocuparse por lo contrario a lo habitual, ¿verdad?

En fin, como dices, lo más lógico y responsable en este caso es simplemente ofrecer comida sana. Ni más ni menos.
Me lo llevo para el resumen semanal de Bebés y más!

Miriam dijo...

Como siempre un placer tenerte por aquí querido Armando ;-)

Ya ves... unos tanto... y otros tan poco... me han salido unos hijos tan maravillosos como diferentes... y eso te hace aprender que cada hijo tiene unas necesidades distintas y que debemos atenderlas de distinta forma.

La verdad la mayoría nos quejamos porque los peques no comen. Pero quizás como están las cosas en lo que se refiere a la alimentación en nuestro país, es más difícil para aquellos niños que "les gusta comer" educarles en esto de la alimentación de una forma beneficiosa para que en la edad adulta no tengan ningún tipo de problema.

Ya hace mucho tiempo que nos avisan del peligro de la obesidad en los países desarrollados.

Un gran abrazo a todo el equipo de Bebés y Más a los que tengo un especial cariño y admiración.

Besos,

Miriam.