27 junio 2009

"Si quieres, puedes!" El parto vaginal después de cesárea (PVDC).

Desde que empecé el blog, en el momento que supe lo que quería hacer en está página, lo que quería transmitir, me di cuenta que debía de poner esta entrada.

Si algo aprendí en mi camino como mamá, fue que nuestro parto es un momento tan importante, tan grande en la vida de una mujer, que no podemos dejar que hagan lo que quieran con nosotras, dejando que los demás nos ordenen y decidan como nacen nuestros hijos.

Nosotras, somos la parte activa en el proceso del nacimiento. Nosotras y nuestros bebés que se abren paso al camino de la vida.

En el momento más mágico, a veces las cosas no son como soñamos. Si a todo esto unimos que estemos rodeadas de personas poco profesionales, podemos convertir algo hermoso y bello, en un momento agustioso y traumático.

Como bien sabeis soy mami de dos niños maravillosos. Mi primer parto fue una cesárea de urgencias.

Me propusieron una inducción en la semana 39, aunque todo estaba perfecto. Simplemente llevaba días con contracciones y dilatación, y mi doctora se había cansado de esperar. Yo que no tenía toda la información que hoy dispongo, quizás por mi juventud, quizás por el miedo que nos bloquea ante el parto y nos hace mirar en ese momento hacia otro lado...- la verdad, no lo sé-.

Me indujeron el parto -oxitocina y rotura artificial de bolsa- y en el momento de pujar el niño tuvo problemas y me tuvieron que hacer una cesárea de urgencias. Se llevaron a mi hijo al nacer. Cuando me lo trajeron, ya lo había conocido media familia, yo estaba tan drogada que me limitaba a sonreir a mi marido.

Nada que ver con aquello que pensé pudiera ser mi parto. Nunca pensé que me podía tocar a mi. Fracasé en mi lactancia y aunque me decía a mi misma que no era la única, y era muy, pero que muy feliz con mi hijo, había algo en mi interior que me animaba a luchar contra aquel sentimiento de mujer incompleta.

Ese sentimiento de querer hacerlo, de buscar un parto después de mi cesárea, me llevó a buscar información, a leer relatos de PVDC, a ver vídeos, hablar con otras mamis que entendían mi situación en la lista de apoyos cesárea.

Y por fin, cuatro años, ocho meses y dieciséis días después, mi hija vino a este mundo en un PVDC y me hizo muy feliz. Feliz por poder ayudarla a nacer, por poder abrazarla desde el primer segundo y alimentarla, por ser autosuficiente conmigo misma y poder cuidarla en todo momento.

Es cierto, que hay casos en el que la cesárea es de obligación inmediata, y gracias a su instauración en el médio clínico, se salvan muchas vidas. Pero hoy día, en la sociedad su alto porcentaje de realización (entre el 20% y el 35%, cuando la OMS recomienda no se rebase el 15%) nos hace que nos planteemos que algo está ocurriendo en la sociedad.

Los casos donde se debe realizar una cesárea serían los siguientes:


Placenta previa total a término.

Posición fetal transversa con dilatación completa.

Prolapso de cordón.

Placenta abrupta.

Eclampsia o síndrome HELLP cuando falla una inducción.

Tumor de gran tamaño en el útero que bloquea la cerviz al alcanzar dilatación completa. Casi todos los fibromas se mueven hacia arriba a medida que el cuello del útero se abre, quitándose del paso del bebé.

Verdadero sufrimiento fetal confirmado por una muestra de gases sanguíneos del cuero cabelludo fetal o un perfil biofísico.

Verdadera desproporción cefalopélvica o DCP (el bebé es demasiado grande para la pelvis materna). Esto es muy poco común y sólo está asociado a deformidades pélvicas (o a una rotura pélvica mal sanada). La posición fetal durante el trabajo de parto y la posición materna durante el expulsivo, especialmente cuando las mujeres están en posición semisentada, son las causas por las que se diagnostican la mayoría de las DCP en la actualidad.

Primera erupción de herpes activo al comienzo del trabajo de parto.

Ruptura uterina.

Si es necesario hacer una cesárea no cambian los resultados entre hacerla a los 15 minutos o a los 75, pero a partir de la hora y cuarto si que empeora el pronóstico.

Muchos ginecólogos nos indicarán una cesárea planificada si anteriormente a ella hemos tenido una primera cesárea. Pero no hay prisa para decidir si será cesárea tan prematuramente. Solamente en determinados casos habrá que volver a necesitarla. La gran mayoría de mujeres si lo desean conseguirán su PVDC.

Uno de los miedos para probar un PVDC es la rotura uterina. Pues bien, decir que en una parto Natural después de cesárea el riesgo de que esto ocurra es mínimo (0,5 % de ocasiones) y solamente quedaría aumentado mínimamente si se utiliza oxitocina u otro fármaco en la inducción que podría estar desaconsejada. Aunque yo por experiencia propia, puedo decir que en mi parto y en otros tantos que conozco el parto avanzó en un momento dado gracias a administrar una dosis baja de esta hormona. Todo ello supervisado por la matrona que me atendió en el parto, que me explicó con anterioridad todo el proceso muy respetuosamente.

Antes de terminar la entrada, me gustaría terminar de animar a todas las mujeres que estais buscando vuestro PVDC con unos vídeos y relatos de mujeres que lo consiguieron. Porque como digo en el título: "Si quieres, puedes!"



Relatos de Partos vaginales después de cesárea (El parto es nuestro)


Vídeos de historias de PVDC

http://


Aquí una historia de un PVD3C, muy bonito:

http://


Antes de finalizar esta entrada, me gustaría aclarar que aunque hay diversas teorías sobre las relaciones entre madres e hijos según la forma de llegar a este mundo, yo no estoy completamente de acuerdo con ello. A los hijos se les ama por igual, hayan llegado por cesárea o parto natural, en el hospital, en casa o en el coche... es muy difícil que por muy traumático que haya sido el parto, una madre no logre querer a su hijo con todo el corazón y todo el alma.

Para mi un PVDC no significa nada más y nada menos que luchar por algo que se desea con todas las fuerzas. Tiene que ver con vivir la mayor experiencia en la vida de una mujer, con respeto por los que nos quieren ayudar, con amor, con paz, con tranquilidad. Informarnos y darles la oportunidad a nuestros hijos de llegar a este mundo de la forma más natural, como lo hicieron nuestras madres y sus madres, y las madres de estas, en todos los tiempos desde que el ser humano existe.

Un PVDC no es más que reconciliarse con la naturaleza de la mujer; recuperar una parte esencial de la feminidad muchas veces extraviada.

Es empezar con buen pie, un camino junto a los que más queremos: nuestros hijos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mis 35 años me aconsejaron un parto por cesárea dizque por mi edad, el riesgo después de dos pérdidas y por ser media estrecha? será que pude evitarlo? pero ahora ya con 37 años, podria uno natural?