Las vacaciones con bebés pueden resultar "tremendas" a muchos papis. Tener que cargar con cunas portátiles, carros enormes, tarros de leche artificial.... bufff! solo de pensarlo se me ponen los vellos de punta!
En realidad, las vacaciones con bebitos y niños, son muchísimo más sencillas que todo eso, y para ello reproduzco una conversación imaginaria que refleja muy sencillamente que fácil resulta el salir con nuestros pequeños si queremos.
Pepi: - Hola guapa, ¿Cómo han ido las vacaciones con los peques? Vienes estresada seguro... tanto tiempo con los crios....
En realidad, las vacaciones con bebitos y niños, son muchísimo más sencillas que todo eso, y para ello reproduzco una conversación imaginaria que refleja muy sencillamente que fácil resulta el salir con nuestros pequeños si queremos.
Pepi: - Hola guapa, ¿Cómo han ido las vacaciones con los peques? Vienes estresada seguro... tanto tiempo con los crios....
Mari: - Pues genial, como no iba a ser menos, el tiempo con mis hijos es mi mejor tesoro.
Pepi: - Pero, con un bebé tan chiquitín, un rollo ¿no? solamente con el despliegue logístico que representa el llevar el carro, la cuna parque, la comida... buff!!! que palo!.
Mari: - Nooo! para empezar mi niño lleva siempre su comida a punto porque en cualquier momento puede tomar su tetita. Además como ya tiene once meses, compartimos todo lo que ya puede comer de nuestro mismo plato y así va aprendiendo a tolerar nuevas texturas y sabores! no necesitamos llevar comidas especiales ni nada de eso.
Para dormir, como colechamos los cuatro juntitos (papis y dos niños) en los hoteles con un par de camas juntas dormimos la mar de agustito.
Vamos, que trastos hemos llevado los justitos, un par de bolsos grandes y ya está. Decidimos prescindir del carrito y hemos tirado de mei-tai (portabebé tradicional ergonómico), que es muchísimo más cómodo para las excursiones.
Pepi: - Pero bueno! que bien montado lo tenéis! Aunque seguro que en el coche os han dado la tabarra!
Mari: - Pues en realidad, nada de nada. Decidimos hacer los traslados en las horas que ellos suelen dormir, y como les relaja tanto el coche han realizado los trayectos descansaditos para así disfrutar luego mucho más. Y así hemos podido conducir tranquilamente para evitar cualquier tipo de accidente con el vehículo.
Pepi: - Así se puede hacer viajes con niños!
Mari: - ¿Pero como iba a ser de otra manera? Si de algo me he dado cuenta estos días, es lo bien que se viaja con niños, se adaptan a todo, mucho mejor que nosotros.
Espero que os haya gustado esta supuesta conversación imaginaria, pero que para mi resulta muy pero que muy familiar... no sé si será porque acabo de regresar hace unos días de un viajito con mis niños. ¿Tendrá algo que ver?
6 comentarios:
maravilloso! aunque claro...pocas pepis hay en la vida real...la mayoria te miran como si estuvieses loca!!!
Si, si... es que no he puesto ninguna fotillo de la carita que ponía Pepi en la conversación ;-))pero nos la podemos imaginar... ja, ja, ja!
Qué sencilla es la crianza cuando nos adaptamos nosotros a los niños, y no pretendemos que los niños se adapten todo el tiempo a este mundo de adultos sin sentido.
Gracias por este post.
Un abrazo.
Gracias a ti.
En realidad, cuando deseamos ser padres con todo nuestro corazón, pienso que todo fluye naturalmente y nos adaptamos sin sacrificios.
Y que los niños son unos todoterrenos que siempre nos sorprenden, eso es tan cierto!
¡Justo como mis vacaciones! Hemos hecho la "ruta de los columpios" por el sur de Alemania. Las vacaciones deben adaptarse a toda la familia, no solo a los adultos. Estoy de acuerdo contigo
Elena, cuando nuestros hijos nos llenan de felicidad, alegría y dicha, nos cuesta muy poco adaptarnos a cualquier situación.
Por cierto, seguro que ha sido un viaje fantástico, tomo nota!
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